sábado, febrero 29, 2020

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siesta y sexo. sólo por hoy.

viernes, febrero 28, 2020

fado

guitarras portuguesas, recuerdos de sintra (el convento en las sombras, las paredes cargadas de musgo). lisboa. los libros. la gente que habla en voz baja. casi susurrando, como si temieran provocar un derrumbe. el infierno es los pasillos de alfama.

matinales

después de muchos años ¿cuántos? conversamos. qué jóvenes éramos vos con tu literatura y yo con mi maternidad en ciernes, no sabía de qué iba la vida y creía que necesitaba lo que sigo necesitando hoy. las personas buscamos con denuedo la escucha de los otros. para qué. si sabemos que lo que tenenemos que decir no es importante. pero si hay alguien que recibe no estamos tan solos. entonces me contás lo que sentís respecto de no poder, precisamente, hablar de lo que te pasa. no podías antes. ahora parece que sí. aclarás que en realidad ya no te preocupa tal o cual cosa y ponés cara de "ya fue". yo también refiero mis historias recientes y es reconfortante en elgún punto tener esta oportunidad de contar todo aquello de lo que no puedo hablar en otra parte.

me llevás en auto hasta la puerta de mi casa y ahí seguimos conversando durante un buen rato que es tan largo que hasta un pibe para a pedirnos plata que no le damos (nos fastidia un poco que nos interrumpa, aunque no se lo hacemos notar) y es tan largo nuestro discurrir que "apagás" el motor --ahora que lo pienso, no sé bien cómo se dice-- y continuamos. en realidad vos hablás sin parar, como nunca te había escuchado antes y veo cómo ese tu hablar es una necesidad profunda de afirmarte en la balsa frágil de tu personalidad. 

jueves, febrero 27, 2020

un piano

tapado por una montaña de tela aterciopelada. es un piano bajito. le pregunto a la chica del lugar si está en uso y si está afinado. en 438, me explica, es lo máximo que se pudo hacer.

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marriage story

acá voy a escribir sobre mi matrimonio. sobre cómo es de bueno y cómo es de necesario y cómo nunca representó una limitación para mi vida sino que la multiplicó más allá de lo que jamás creí fuera posible. sobre cómo fue (y es) un espacio de absoluta libertad y amor.

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alrededor hay cosas rotas y gente que habla en voz alta. corazón, dice alguien, hasta mañana.

tu ilusión fue de cristal

en una de las versiones de gricel de mariano mores, una de las que hace con la orquesta sinfónica (no con una orquesta típica), el buen señor le mete parte del estribillo de por una cabeza.

otra vez había escuchado que en la introducción de ahora no recuerdo qué tango usaba el clair de lune de debussy, así como quien no quiere la cosa, a la pasada, si el que escucha se da cuenta genial, y si no lo sabe no importa tampoco.

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gricel es esa clase de tangos que puede confundirse con una balada romántica. se corre el riesgo de terminar haciendo idioteces con los arreglos (baste como prueba la versión de luis alberto). 

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miércoles, febrero 26, 2020

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luego de la inmersión en la novela de antunes quiero leer otra novela de antunes.
ahora mismo estoy pensando en retirarme de aquí.

[hablame, dale, hablame]

me estoy habituando a permanecer en silencio. en silencio real: emprender tareas sin que la cabeza se vaya a otra parte, es decir, limpiar la cocina, por ejemplo, y no necesitar escuchar música ni ninguna otra cosa. sin conversar con nadie. sin estar pensando en conversar con nandie. sin armar un monólogo infinito en la cabeza para un interlocutor potencial.

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ahora que resolví todas las resoluciones intermedias y las modulaciones de #10 es más fácil no equivocarme.

(miento: escribo porque no puedo TODO el tiempo encontrar y mucho menos quedarme en silecncio)

ambiciones

caminamos veinte cuadras o un poco más mientras conversábamos como si nos hubiésemos encontrado a la salida del colegio. n me dice que cuando se mira en el espejo comprueba que su busto queda muy "abajo" (es decir, tiene las tetas caídas, y es mucho volumen). hablamos un poco de eso (yo vengo con menos, no hay nada para que se caiga) y de que el pelo no hay que teñírselo y que mejor conservarse al natural. al final es lo mismo: no te quiere nadie o te quiere el que te quiere y punto.

con otra persona la conversación gira en torno a la carrera profesional. miro a mi alrededor y todos mis compañeros varones, todos los que trabajaban conmigo ahora tienen algún puesto importante en alguna empresa importante de la industria. yo no. sin embargo trabajo para directores y personas de alto nivel. y no sé si está bien o está mal lo que me pagan por lo que hago. porque perdí (no sé en qué momento, no logro darme cuenta) la referencia. siempre estoy demasiado ocupada en otros asuntos que no guardan relación con la función "ganar dinero": la música, la literatura, el piano, en otro tiempo en personas inadecuadas, en comprar libros, en acumular lápices de colores, en mis hijos, ahora en algunos detalles de mi casa. pedí más, me sugieren. me desconcierta la recomendación porque no sé para qué querría más.

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martes, febrero 25, 2020

welcome to elsinor

los chicos no se aburrieron con la tragedia isabelina. pensé que iban a quedarse dormidos en mitad de la función, que sobrevendrían las quejas y los intentos de fuga, pero no resultó así. no sólo siguieron la obra con bastante interés sino que pregunaron y luego eligieron momentos favoritos. creo que tengo que llevar a e. al teatro con mayor frecuencia. es posible que haya algo importante ahí (aunque creo que él todavía no se haya dado cuenta).

hay partes del libreto que conozco de memoria. the quintessence of dust. por ejemplo. 

What a piece of work is man, How noble in reason, how infinite in faculty, In form and moving how express and admirable, In action how like an Angel, In apprehension how like a god, The beauty of the world, The paragon of animals. And yet to me, what is this quintessence of dust? Man delights not me; no, nor Woman neither; though by your smiling you seem to say so

ya hamlet se daba cuenta en ese entonces de que el mundo estaba lleno de pelotudos. 

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un piano de 140 años

el mueble impecable, el clavijero sin desajustes, faltaba un martillo del último si bemol de la derecha y algunos paños estaban algo desgastados. no tenía sordina. la afinación estaba bien. el teclado no resistió el paso del tiempo y debió ser restaurado.

y sin embargo, el piano suena bien. hace lo suyo. tras haber venido a sudamérica en quién sabe qué viejo transatlántico desde nueva york. el sonido es algo chillón, típico (o por lo menos lo que yo imagino como un sonido típico) de esos instrumentos norteamericanos pensados para la música de scott joplin, los ragtimes y ese clase de ritmos. los pedales funcionaban correctamente. hay algo conmovedor en el acto de tocar y hacer sonar un instrumento tan viejo, que estuvo más tiempo en este mundo del que jamás podré estar yo ni ningún otro hombre o mujer. un instrumento que acompañó a otras personas en otras épocas. no sé si habrá estado en uso durante todo el tiempo de su existencia. le di un abrazo al piano cuando terminamos el ensayo.

tiene mi respeto, mi cariño, y mi admiración. n. estaba muy emocionada.

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domingo, febrero 23, 2020

de los libros de estos días

lobo antunes y un italiano sobre la ruta de la seda. no. no es marcopolo. queda pendiente escribir las ideas sobre el stream of conciousness de woolf y lobo y por qué hay algo de la música de bach que me recuerda a esa manera de hablar continua. además, la mesita de luz, siempre atiborrada: una torre de libros que esperan que algún día los lea y ese día que no llega nunca. van acumulándose unos sobre otros, en desorden, como las estupideces que dicen algunos hombres durante la danza de la conquista.

viernes, febrero 21, 2020

soneto de la indignación y el perdón


¡horror! ¡espanto cruel ¡pornografía!
sacrílegas palabras las que leo
escritas por el diablo en su grafía
del mal: ¿por qué me habla en arameo?

ante el dolor de la concupiscencia
huir tan solo queda: irme muy lejos
a descansar la mente y la consciencia
para olvidar del sexo los reflejos

y sin embargo soy la débil hija
dilecta del Señor que me ha creado
cuando el deseo mío está encerrado
se acuerda, sin remedio, de la pija

te ruego, Señor mío, me perdones:
el cuerpo nunca entiende de razones

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jueves, febrero 20, 2020

soneto acuático

cuando ahí abajo se me moja todo
y vos buscás en los oscuros labios
que al sur del cuerpo puso en un recodo
Dios que es amor y que además es sabio

cuando ahí abajo te perdés, querido,
bebiendo en el arroyo de mi fuente
yo siento: qué milagro haber nacido
de ese quehacer tan dulce, tan paciente

por la alegría que me da tu boca
dejemos las metáforas a un lado:
seguí chupando que me volvés loca
mi concha con tu lengua ¡qué pecado!

hasta que un shock eléctrico me quiebre

seguí que hierve mi agua con tu fiebre

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martes, febrero 18, 2020

pajer@

¿y qué?

lunes, febrero 17, 2020

la piel

manchas que están mal en la piel: en menos de un minuto toda la angustia del universo, la palabra carcinoma, dónde se escondieron los pelotudos, en brasil, en una chacra, en el atardecer, por las mañana tres ciclos del lavarropas, me aburro de tender y destender toallones y bombachas, un mantel nuevo rojo en la mesa redonda, la reducción para piano de l'elisir d'amore: la ofrezco a alguien que no la quiere realmente.

nadie quiere las cosas realmente.

quizás tampoco yo.

los hombres se acercan a hablar conmigo. quieren hablarme. quieren que les hable.
una mujer casada (una mujer ocupada, es decir, bien cojida, les resulta siempre más intersante).

saludos.

domingo, febrero 16, 2020

conjugación

yo llevo
tú llueves
ella llueve

nosotros llovemos
vosotros llovéis
ellas llueven

sábado, febrero 15, 2020

no encuentro el libro de lobo antunez.

viernes, febrero 14, 2020

amor propio

tuve mi san valentín
tres veces esta mañana
la cama para mí sola
roja mi bombacha
negra mi remera
después de una noche
dormida en agua

el frío del metal ahí donde se siente tanto:
en el vértice,
en el origen del mundo,
una frambuesa

ahora en la noche

cuánta prescindible soledad.

miércoles, febrero 12, 2020

hola buenos aires

hola música.

partir

en unas horas
las cosas guardadas
una conversación en el teléfono
el ensayo
"de la notación coreográfica al advenimiento de la cámara"
no hubo piano
el cuerpo
incansable
de cojer
todos los días

martes, febrero 11, 2020

las olas

hoy fuimos a la playa por última vez en estos días y me doy cuenta de que en realidad no quiero regresar a buenos aires y dejarte acá sin nuestra compañía, otra vez al trabajo, a las calles grises del centro, pedir el café mitad y mitad en el London, siempre igual

volver a "siempre igual"

y claro que está el piano es cierto, el tango (que hace tanto que no escucho y que no bailo), la casa con la biblioteca blanca y los miles de libros de colores, pero pienso en estos días separados y es extraño saber que no voy a preparar el jugo de naranjas para el desayuno, las tostadas, ordenar los platos en las alacenas, no ir a comprar los libros en la librería del virrey mientras todos en la playa con la arena colándose entre los dedos de los pies, cortar tomates, todo llega a un fin y yo leyendo mientras tanto una novela

lunes, febrero 10, 2020

leer y escribir

...

¿dónde quedó?

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sábado, febrero 08, 2020

los placeres y los días

cuando estamos de vacaciones el tiempo adquiere otra extensión, se vuelve elástico y se mide en términos de comer, cojer, correr, nadar y no hacer nada en los espacios que hay entre esas manifestaciones de energía.

la dedicación puesta en preparar la comida, por ejemplo, o leer durante largas horas sin interrupción es también una medida del tiempo que en otras circunstancias gastamos en cuestiones menos felices.

quien pudiera siempre tenerlo así, entre las manos.

miércoles, febrero 05, 2020

uruguay

correr al borde del mar se hace sólo: los pies vuelan sin pensarlo, el viento los lleva.
leer todo el día.
cojer todos los días. como un mantra.
la arena en la piel.

después cocinar y que eso no sea un fastidio sino un acto de cariño para conmigo misma y los que me rodean.

leer más. las novelas de lobo antunes. libros que compré por ahí, carísimos. todo cuesta el triple acá. más que en san francisco