lunes, julio 31, 2006

llamo a casa y mi hijo mayor en plena función "sumar" con los dedos de la mano no accede a conversar conmigo: está muy ocupado. de almorzar quedé piripipona y mejor que deje un poco la mandíbula en reposo porque no va a haber cierre que suba o pantalón que cierre o parecido.


(dejé esto colgado por dos horas en evidente demostración de ausencia)

jueves, julio 27, 2006

acá (léase en esta dirección) las nuevas generaciones creen que cleopatra lucía flequillo cuadrado. qué? y comienzan las teorías: si nos basamos en las pinturas egipcias, ma qué pinturas, en los jeroglíficos de los papiros, los egipcios pintaban lo que veían, afirma una chica de unos 24 años, claro, en dos dimensiones, le digo, pero no! los egipcios ya veían como nosotros, aclara otra. ojo.

también creen que la cara de jesús que aparece en el leonardo de la última cena --y acá estoy segura de que saben que da vinci pintó ese fresco no por un exceso de cultura general sino por haber ido al cine a ver la película homónima-- decía, creen que leonardo debe haber tomado como modelo alguna referencia foto/pictórica de la época. de qué época? del siglo XV? un pibe me explica: pasaron dos mil años, che, no cincuenta mil, seguro que hay imágenes.

otra, cuando le sugiero que probablemente jesús fuera moreno, o narigón, o feo, y que la estampa rubia y ojizarca que el imaginario colectivo de occidente ha creado es sólo eso: un producto occidental, me corta la conversación con un categórico: no lo sabés.

para qué discutir.

miércoles, julio 26, 2006

una di(s)gresión: la gente se pone agresiva y mi predisposición al aguante es asintótica a cero. esto recién comienza.

miércoles, julio 19, 2006

(me ocupa esa irremediable gana de escribir como excusa para no cumplir con "mis tareas". la gana --resulta claramente visible, o mejor dicho, invisible-- no se traduce en escritura de modo que no me ocupo ni de lo que me ocupa ni de aquéllo en lo que debería ocuparme. es preocupante y páramo)

en fin, no has de pedirle peras al olmo durante las doradas y frías mañanas del invierno.

martes, julio 18, 2006

el pato teme ser comido y crujido. ¿a qué le temo yo? a los falsos abrazos, a ser superficial, vulgar. a la muerte --porque no la entiendo bien, acá, otra vez, no digo la de los demás, digo la muerte mía--. a no poder cumplir con lo que prometí aunque no importe ni la promesa ni lo que prometí.

el criterio de realidad dice, después de lo que acá acontezca: nada.

los cuentos del trueno entre las hojas me salvan, y cómo, del hueco vacío de literatura y palabras en el que me había escondido estos días. me devuelve, el paraguayo, como un fósforo en pleno trance de extinción, las ganas de escribir (poquitas), y la nostalgia anticipada de cuando se acaba un libro que todavía estamos leyendo, y el consuelo de saber que hay otros, tantos.

lunes, julio 17, 2006

lo lindo de hoy es que nada nada nada de trabajar --no tuve ganas ni deadlines, claro-- y algunas ideas de hiperrealismo traducidas en la estúpida anécdota de la pantorrilla. incompleta, por cierto, ya que no incluí las incipientes várices que en mis piernas dibujan oscuros laberintos sino muy tardíamente.

por la noche habrá uno que otro tango y con suerte una conversación. aunque dudo.

echo mucho de menos la imaginación atropellada de cuando escribía la rosa en el viento. tal vez sea cierto eso de que la edad no viene sola y nomás pueda versificar poco y extraño, y a lo sumo, triste...

...

se ven de verse (hoy) ya sin dejar participar todo el sentido,
era en un día fijo (ayer),
era en la noche,
era en la sacrosanta oscuridad,
el entrevero,
la pálida salaz disimulada
boca húmeda
empotrada contra el cuerpo
la ficción
el lento encapricharse de palabras
en silencio
por no decir, decir
no hacer, hacer
del hueco infinitesimal
de lo posible la superficie donde boyan
los maderos

se buscan las memorias
la mujer --eterna y siempre una
y siempre tórrida
y siempre permisible--
el hombre derramado en mil
mujeres --una y todas--
habitante del procaz ensueño
haciéndoles los besos
con espuma
itinerantes de espirales dedos
en lo profundo el golpe
lágrimas
temblores y rebrotes
de la piel henchida
las mujeres de mil noches
y una entre las miles
desprendida y novia
y otra
dulce el vientre recortado
se desboca
ya espantada
por la voz de los recuerdos

viernes, julio 14, 2006

enumeración inútil

chocolate --en veloz glotonería,
en lentejas de colores--

nada nada de besos

el cuerpo dormido

un miedo o dos

los hijos, los amores

el viento helado en la nariz

lunes, julio 10, 2006

y en medio de estar tan ocupada de la vida --vida que sí, es nomás por un ratito, lo dicen los poetas-- me dio interés un libro de roa bastos.

claro que esto es lo menos interesante entre tanto cumpleaños de hijo pequeño, tanto bebé y sobrino, madres vivas o muertas (a las hijas les gusta conjeturar sobre el fantasma de la madre que viene de visita y anda espiando por los pasillos y los sueños), abuelo enamorado, casa desordenada y hermanas que observan la final ítalo francesa todas envueltas en frazadas. el padre ignora cada tonto comentario del mujerío ruidoso, sobre todo las cochinadas de la más chica. los niños comen pan con manteca y dulce, juegan con cartas y regalos traídos desde el otro lado del océano.

yo también, despeinada y sucia, me chupo los dedos de la mermelada, soy parte del vértigo desquicio, del amor de los hermanos, del padre, de la madre a la que nunca se deja de extrañar.

martes, julio 04, 2006

es porque este año me voy a concentrar en el trabajo. mi principal objetivo, además de la tarasca, es otro viaje a río de janeiro, pero esta vez por más días.

ya habré tiempo para literatura.