viernes, junio 27, 2014

mundial

cómo me gustan todos los papelitos, las banderas, los hombres corriendo detrás de la pelota, el campo de juego verde y verdes las camisetas, enloquecidos con el hombrecito de los goles, el chico de perfil bajo, mis hijos pidiéndome ir a un torneo de fútbol, ese deporte que no necesita más que dos y una pelota y listo, ese deporte que nunca entendí y ahora (no hay partido hoy, ufa, el comentario, un brasilero que me dice que usa camiseta blanca y celeste con el 10, le pido foto porque no le creo).

domingo, junio 01, 2014

en estos meses vino teresita, se fue. hubieron golpes. violencia. 
todos como si los hubiéramos recibido en nuestro propio cuerpo. mientras tanto cada cual se aferra a lo que puede. una música, una expresión de belleza cualquiera. un lugar donde olvidar. un lugar donde distraerse del miedo y de la indignación. donde recrear la impotencia. 

mientras tanto el trabajo está lleno de mediocridad y mezquindades. y los días van pasando. mis hijos son la felicidad inmensa. 

en el parque un perro asustado me embarra la ropa. el señor dueño del perro se asusta ante la posibilidad de ser cortés. ante el reclamo de responsabilidad. ezequiel, desde un costado (sin que yo lo sepa) me mira. en silencio se pone de mi parte. tiene ganas de insultarlo, al señor. yo le explico que eso no hay que hacer. y tantas cosas que no hay que hacer. 

las historias de maria callas, y su voz, y su compromiso con la música, con dar algo mejor para que alguien sea mejor, se sienta mejor, su rebeldía y su ferocidad, me conmueven. su historia trágica me conmueve. tal vez sea más fácil expresar la conmoción y la tristeza por la historia del alguien lejano que admitir lo oscuro de las historias más cercanas. 

en el intenrin gustavo viajo a ny, nos extrañamos, lloré cuando se fue y no dormí bien en toda la semana. 

hoy es domingo, de sol. sola en casa.