Soneto Marsalis

Yo conocí a un muchacho con trompeta
que practicaba incansable noche y día
El nombre le habían dado de un profeta
“Un día seré Marsalis” me decía.

La vida me lo puso en el camino

cuando con otros músicos juntamos
las ganas de cruzar nuestros destinos 
en forma de sesiones que animamos.
 
Tocaba en una plaza a horas inciertas, 
iba a las jams, ensayos, estudiaba.
Hacía resonar con boca experta
el brass dorado hasta que se cansaba.
 
Perseguidor de sueños cual cometa
por la ciudad volaba en bicicleta.

quiero que me vuelvas a explicar

la historia del doctor de la biblia y los apóstoles, la del doctor de la iglesia, de dónde el interés en giordano bruno (no lo recordaba pero le había regalado una biografía a mi papá). 

¿cuál era la balada del otro día?. 

quiero caminar hasta que se termine la noche. 

ahora los ensayos son tres veces por semana y nunca es demasiada música y nunca alcanza el tiempo para decir todo lo que quiero decir ni para escuchar todo lo que quiero escuchar. 

qué vértigo la sensación esa de haber estado existiendo en el mundo al mismo tiempo sin saber el uno del otro. así con cuánta gente. hasta que un día un cruce, una palabra, un pase, una nueva progresión: se encuentran y caminan juntos en la lluvia.