martes, febrero 21, 2017

el recorrido es siempre el mismo

salir hacia el este
cruzar la avenida
(marchando)
y ahí donde se alza esa mano trunca
del falso gulliver hundido
[qué pasaría si algún día despertara, si moviera sus dedos y tomara a las personas y las arrojara al mar]
ahi, comenzar a correr
por la rambla hacia el final
de la península
bajo las estrellas

si es temprano, tablas de surf y chicos despeinados
invaden las veredas
yo también soy joven
como ellos
los rodeo
escupo agua salada

si es sábado, las chicas judías
vestidas con sus faldas largas
los varones con la kipa
celebran el sabbat, conversan

el camino se abre con cada pisada de mis pies ligeros
(no, no soy aquiles)
el camnino en blanco y negro y gris el cielo  a veces
y otras veces verde el agua que se rompe
y hace un ruido que me gusta
(ese rugir del mar con mi respiración a contratiempo más mi corazón)
un ruido que me calma

sigo,
veo el faro
y su guiño persistente advierte cosas que no sé a los barcos
veo las casas solitarias de la punta desafiando al viento oceánico
sigo hasta (lo dije ya, otro día)
el extremo oriental
de la república
y ya no hay nadie,
soy yo sola
y las estrellas

y las piedras que reciben a las olas

aquélla piedra en algún lado

más adelante miles de fanales anunciando el puerto
donde duermen  los yates de la gente rica
esperan que algo suceda
(las embarcaciones,
las personas,
esperan)

después: la rambla de madera
las mujeres paseando a sus niños y maridos
los esquivo a todos
me molestan
´--y yo a ellos--
pero nada nos decimos
porque es sólo un instante ese pasar corriendo
respirar
profundamente
respirar
lo más inadvertida que se pueda

seguir por la vereda de los restaurantes
repletos de exuberancia
y de dinero brasileño
y langostinos

volver
por una calle lateral
hasta encontrar (de nuevo) al falso gulliver hundido

y así siempre

domingo, febrero 19, 2017

qué bien bailar.
bailar, qué bien.

qué enfermedad no hablar, ni decir cuando hay que decir lo que hay que decir, como hoy, por ejemplo, voy a estar más días ¿por qué no me avisaste? --te estoy avisando ahora--.

ok.

(entonces)


entonces cada uno es un centro que irradia no sé bien qué cosas que a nadie le llegan y se queda solo. como ayer: por qué no vas y yo te busco --por qué no me dejás en paz, por qué no sos más tu soledad, por qué no me explicás lo que sucede-- o el otro día: las palabras crueles del adolescente. un puro estallido.

ahora, por ejemplo, el enojo. no quiero que me gane. ¿cuánto tiempo queda que merezca ser desperdiciado?

cuántos diálogos podemos sostener con cuántos interlocutores cuántas veces cuántos malos entendidos.

...

los poemas de emily dickinson, uno que quiero enviarte, me pregunto cómo estás y en qué andás pero "me" lo pregunto. porque no me animo a "te" lo pregunto y porque pienso que si quisieras contarme algo ya lo hubieras hecho (espero que estés bien, necesitás, sentís, te pasan cosas)  y así este peregrinar de las palabras que quedan rondando en las cabezas de unos y de otros, los poemas de idea vilariño, los libros que me olvido y no encuentro, los zapatitos de tango, la arena en los dedos de los pies, los hijos, el misterio de los matrimonios, el tango, los pájaros que vuelan y los que no vuelan, una mujer abrazada a otra en el calor del mediodía, querés bailar, probemos, las manos sobre el pecho, el agua huyendo por  el borde infinito de la pileta, mi brazo derecho --de nuevo-- hendiendo la superficie y miles de burbujas explotando, después me voy al fondo y me quedo hundida en la quietud de la profundidad y las luces de la noche. otras veces soy como la flecha de zenón que vuela y no se mueve y llega hasta el extremo oriental de la república oriental y mira el cielo y más allá

qué hay más allá

el océano

quizás sudáfrica

muy lejos

lejos

lejos

me pone triste

cuando

las personas

están

lejos

en la geografía

o en los pensamientos

ese

silencio

e
n
o
r
m
e

que

nos

deja

solos

(siempre
estamos
solos)

I'm nobody! Who are you?
Are you -nobody- too?
Then there's a pair of us
Don't tell, they'd banish us, you know

viernes, febrero 17, 2017

día 14:

a esta hora me gusta salir al balcón y ver el cielo, los árboles y los pedacitos de mar que no se roban otros.

eso a las ocho de la mañana.

...

ahora, no sé nada.

jueves, febrero 16, 2017

en sucesión continua pequeñas batallas por los derechos a no poner la mesa ni lavar los platos o no cocinar ni servir la comida. en el sistema de creencias de los adolescentes no hay una conexión lógica entre la idea de ser atendido y el esfuerzo que eso requiere. 

...

me acuerdo de cómo era estar embarazada y de cómo era tener sexo embarazada y me gustaría de nuevo todo eso por un rato, esa revolución del cuerpo y del deseo. sí sí sí.

miércoles, febrero 15, 2017

día 12:

sangro y siesta.

martes, febrero 14, 2017

nadar de noche:

mi brazo derecho irrumpiendo en el agua, luego el otro (pero asimétrico)
las piernas como tijeras sin filo
respirar siempre por el costado infinito donde el agua se mezcla con el cielo cada cuatro brazadas exactas

de repente me vuelvo liviana
igual que las burbujas que mi nariz deja partir

las venecitas azules y celestes del fondo / las luces de la pileta

me vigilan

no me importa porque nunca podrán saber qué pienso

ni qué siento

ni quién soy

día 11:

llueve y no llueve.

...

me dormí escuchando la orquesta de Biagi, esa música llena de pequeños sobresaltos y sorpresas.

día 10:

llueve.

domingo, febrero 12, 2017

día 9:

me despierto de la siesta sin ningún indicio claro de mi situación témporo-espacial. por la cantidad de silencio circundante pareciera que la casa está vacía.

en efecto: lo está.

...

ayer compré nuevos libros: una edición de los poemas completos de ide vilariño y otra de los cuentos [completos también, de Nabokov].

sábado, febrero 11, 2017

edificio biarritz - fidelio

blanco, con las persianas pintadas de verde, de 1907. un cartel que indica quiénes son los constructores dice: ochoa & medhurst thomas. me gusta quedarme mirando esos vestigios del pasado de los que hay pocos acá. esa manía por hacer edificios nuevos y vacíos. sin alma. el hotel biarritz es un refugio al que nadie me invita pero que nunca dejo de visitar.

...


unos días antes de venir de viaje encontré en una librería de avenida de mayo la colección entera de la sonrisa vertical [sí, la de las tapas rosas y el triángulo del peligro]. compré el amante de duras (para tenerlo), otro que ahora no recuerdo  y algo que me llamó la atención: las memorias de Wilhelmine Schröder-Devrient.

por supuesto se trata de esa clase de memorias.

leo y --pasados el primero y segundo capítulos que contienen numerosas escenas asombrosamente explícitas para lo que por lo menos yo imagino que debía ser demasiado explícito(*) para los estándares de esa época, incluyendo el voyeurismo no deseado de la protagonista en el momento en que sus propios padres se entregan a los placeres del cuerpo y su temprana iniciación, siendo aún casi una niña, de la mano, o mejor dicho, con las manos de otra mujer--, decía, pasado el fárrago de oh sí, qué delicia ésto o aquéllo, los trémolos vaginales disminuyen para llegar a una parte muy interesante en la que la cantante de ópera (la primera en interpretar fidelio de beethoven) reflexiona con una lucidez pasmosa acerca del sexo y sobre la posición desventajosa de las mujeres, habla de cómo eludir los peligros del embarazo y/o enfermedades y se muestra preocupada  por la posibilidad de tener sexo "seguro" (posibilidad que estaba al alcance de unos pocos afortunados con acceso a la invención del docteur condom, que por otra parte debía ser bastante incómoda), sobre lo que la sociedad esperaba de las mujeres y de los hombres respecto de sus conductas sexuales, de su vida sexual y su carrera artística y, por último, de un detalle precioso, habla sobre la eyaculación femenina de la que Whilhelmine y sus amantes fueron felicísimos beneficiarios.

(*) es un sinsentido, se es explícito o no se es. no admite gradaciones. creo.

...


me voy a correr. necesito.

día 7:

rodajas de zanahoria como moneditas de oro.
la gente que no se retira.
conversaciones truncas.
niños rubios como el sol.
un edificio antiguo y cartas sin escribir

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nunca sé qué películas ver.

viernes, febrero 10, 2017

it gets lonely there...

when there's no one here to share...

la voz de nina simone. el piano. el sueño de ser la primera concertista de música clásica de su raza en los estados unidos.

le muestro a lucas que en el mundo hay alguien como ella. no sé si le interesa o no.

miércoles, febrero 08, 2017

día 5:

l. con 40 grados de fiebre. yo sin dormir en toda la noche. no necesariamente en ese orden ni en ningún otro.

nos escapamos de un lugar porque tardaban mucho en traernos el pedido.

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sal y sol.

...

encuentro todo en el libro de f.h.

martes, febrero 07, 2017

la bouqueterie

las discusiones son acerca de la cena y de las distintas maneras de no aburrirse. muy a propósito el libro de hernández dice cosas como:

"Los hombres se consideran entre sí con grados de superioridad por la manera de entretenerse"
"Pensaba que los casos más generales de amistad se producen por identidad de entretenimientos"
"Casi todos los niños se entretienen espontáneamente en trampas simples"

quizás eso último sea lo mejor de ser niños. entretenerse espontáneamente en trampas simples. 

y qué banal es el deseo constante de no aburrirse.

en otro cuento del mismo libro:

"¿Por qué los hombres tienen que no aburrirse? ¿Por qué no se anulan y anulan la Tierra? ¿Por qué tienen ese fin optimista para cargar con la tarea del no aburrirse?"

...


anoche en la cena mi pequeño triunfo social fue la caja con la crema para manos de fragancia de olivas y rosas primorosamente dispuesta que entregué a la dueña de casa.

ah, la bouqueterie. 

oui.

la conocías? le pregunto.

por supuesto, el local de buenos aires está en la avenida alvear, me contesta a. y comienza toda una explicación acerca de la dueña y su negocio, es de  b.b. y el lugar es una maravilla y te atienden como a una reina, sabés quién es betina bulgheroni? sí sí, y pienso que soy en general tan descuidada para este tipo de situaciones [me importan poco: como a mis padres] pero a veces. a veces doy en la tecla [mamá sí sabía cómo agradar cuando se lo proponía, sabía ver eso que al otro le interesa, dárselo, pero lo hacía sólo en ocasiones, no estaba todo el tiempo tratando de ser reconocida o querida porque lo era de una manera natural y espontánea, despreocupada de las convenciones sociales].

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tal vez vengo acá a escribir por las razones enunciadas en el primer párrafo. nunca lo hice a diario durante ninguna vacación. puede que no dure nada. puede que continúe hasta el día 18. quién sabe.

...

me llegó el mensaje de la muerte de la mamá del heredero de osvaldo lamborghini. qué triste es cuando una madre muere. lamento no estar cerca para poder abrazarte y compartir tu desamparo. ya nos veremos a mi regreso querido amigo.

mi texto preferido de osvaldo:

en cada ser anida la ampolla de los afectos, frágil. la ampolla verde, la ampolla de la tarde.

y duele esa ampolla y crece.
pero también pienso que no es posible evitar que esas ampollas aparezcan espontáneamente.

es la tercera o cuarta vez que repito esa palabra en el texto.




lunes, febrero 06, 2017

día 3:

corrí esta vez todo el tiempo con el viento en contra: el mar por momentos de frente, por momentos de costado hasta llegar al extremo oriental. pensé en la resistencia que debe oponer la bailarina de tango a su compañero: hay que ser así, pesada, densa como el viento oceánico. hay que ser así: liviana. correr es fácil. fácil. algo hice bien en algún momento para sentirlo así. bailar todavía no.

...

me quedé dormida leyendo unas automoribundias de felizberto hernandez. escritor, pianista, músico. ¿a quién me remite?. me gustaría mantener correspondencia como hace unos meses pero no quiero ser molesta: las necesidades de comunicación de las personas no siempre están sincronizadas. hay que saber eso. siempre.

...

antes, al mediodía, me puse a cantar secreto a viva voz. era un registro incómodo. me pidieron que dejara de hacerlo.

salieron todos a jugar al tenis.

domingo, febrero 05, 2017

dia 2

Things have come to a pretty pass
Our romance is growing flat
For you like this and the other
while I go for this and that
Goodness knows what the end will be
Oh, I don't know where I'm at
It looks as if we two will never be one
Something must be done

You say either and I say either
You say neither and I say neither
Either, either, neither, neither
Let's call the whole thing off


ayer, mientras corría con el viento en contra por momentos y otras veces con el viento a favor pensé que quizás así se sienta el abrazo de Dios. si es que Dios existe. el océano a un lado, el faro al otro, ir hasta el final de la  península con el corazón tranquilo: fue todo simple y fácil, como si no hubieran pasado dos meses más o menos desde la última vez que salí a correr en buenos aires.

...

como llueve o algo parecido no se puede ir al mar ni a la playa ni a nadar. entonces a la mañana me escapo a comprar el regalo para el compromiso social anual que es el cumpleaños de a. los vaivenes de la macroeconomía hacen que un año 100 dólares sean imposibles y otro año 100 dólares no sean nada. este es un año de la categoría segunda o casi. por supuesto que antes de ir a comprar paso por una librería y casi enloquezco con las ediciones de galaxia gutenberg (todo nabokov, las obras completas de onetti), luego cuatro tomos con los cuentos completos de chejov y un libro de buzzatit que no leí. no compro nada. sólo una recopilación de textos de felizberto hernández que tal vez no lea nunca.

buscando el regalo que tengo que hacer llego a una tienda de perfumes y cremas y me atienden dos chicas muy amables, señora esto, señora lo otro y no sé cómo terminamos hablando de bailar tango, una de ellas era bailarina pero dejó cuando quedó embarazada. les comento de las milongas que hay en maldonado y me dice que no sabía que había lugares para bailar ahí, que ella pensaba que sólo se bailaba tango en montevideo. qué poco conoce la gente los lugares donde habita.

...

al mediodía me doy cuenta de cuál es el problema de mi matrimonio. o de los matrimonios en general. poteito, potato, tomeito, tomato. 

en nuestro caso: el arboretum lussich. un lugar de ensueño, con árboles y senderos para pasear, una casa antigua, miradores desde los que se ve el océano. llevaría a todos los niños. a mis hijos y a los niños de otros a los que sus padres no les muestran que hay belleza en el mundo y pasaría horas ahí escuchando el ruidito de las ramas, el viento entre los árboles. pero no j, es un embole el arboretum. me aburre.para qué ir ahí otra vez. esas son las respuestas automáticas.

me aburre. 

podemos salir de compras miles de veces. miles de veces ir a la misma playa. hace seis o siete veranos que pasamos las vacaciones en el uruguay. visitamos el arboretum sólo dos veces (la segunda a regañadientes). yo iría veinte. lo mismo con el museo ralli, con leer una novela equis. con salir a caminar a la hora de la puesta del sol.

y es esa falta de comunicación en un asunto simple, ese no poder transmitir mi entusiasmo por un lugar tan especial, ni por la literatura, ni por la música o el arte ni por nada, lo que me llena de angustia muchas veces y me deja sola cuando estoy rodeada.

qué quiere decir me aburre.

...

no existe esa conversación llamada matrimonio.

qué linda es billie holliday.


sábado, febrero 04, 2017

día 1. el placer infinito

subí al barco dormida. no sé bien qué cosas traje: seguro no dónde escribir y ya estoy enojada conmigo por eso.

cómo me cuesta acomodarme al lugar nuevo, el primer día de las vacaciones, de los viajes en general es el fastidio que uno arrastra de su vida cotidiana confrontado con las (supuestas) infinitas posibilidades del placer que nos esperan pero que al llegar aún parecen inasequibles porque todavía no logramos disponernos por completo.

el viaje en barco fue un suspiro y en el colectivo quise dormir pero un idiota y su celular me lo impidieron. así ese malhumor del cuerpo (mío) generado por la falta de descanso amenaza con llevarse mucho de mi tiempo.

por ejemplo no encontré la emoción que me provoca siempre la vista de la bahía de portezuelo, el mar, la primera punta --la de la ballena--hundiéndose en el horizonte y luego la ciudad que va acercándose.

entonces, mientras buscaba no sé qué en el cielo a través del cristal de la ventanilla, irrumpió en mí un deseo intenso al sur del útero, apreté las piernas, ya no vi más nada y dejé que esa descarga eléctrica de la que mi cuerpo es pródigo y capaz, esa fuerza arrolladora que hace un vórtice en la pelvis me acunara unos instantes recordándome que sí, j, las posibilidades del placer son infinitas: están todas en vos.

viernes, febrero 03, 2017

la cerveza y galletitas con manteca, satie en el piano, un cansancio enorme [de hoy, de todos esos meses espantosos que se terminaron].

la felicidad de ayer.

espero el barco que me lleve mañana a la otra orilla, a otros abrazos, a mis hijos, al mar que siempre me absuelve porque me hace comprender mi finitud.

miércoles, febrero 01, 2017

necesito una mamá que me diga: ya está mi amor, ya pasó todo.


un barco.
un avión.
el subte.
un cigarrillo. después: su cadáver aplastado contra la vereda.

ahora: el estómago pegado a la garganta. o más bien, el estómago estrujado. no se puede cambiar lo que ya está hecho [eso me tranquiliza un poco].

pero (¿siempre hay peros?):

¿qué es exactamente lo que está hecho?

siento el olor del tabaco en el pelo y me da asco y la presión baja y qué más.

un abrazo.
miedo.

mi familia en viaje y yo acá con esas cosas mías de las que quisiera no saber absolutamente nada.