martes, diciembre 31, 2019

chau 2019

no vuelvas más.

lunes, diciembre 30, 2019

escucho las grabaciones y todas me parecen pésimas.
pero no pienso dejar de tocar.

la cancionista

el domingo es día de volver a bailar tango, aunque sean pocas tandas y (quizás) no del todo buenas. por la tarde recibí un mensaje de esas chicas de la milonga con las que se habla de una sola cosa: de zapatos y de bailarines. por supuesto no tengo un interés especial en su conversación pero sí ganas de salir de casa por haber estado todo el infernal día de verano encerrada en casa dale que dale con el piano (más tarde la grabación que me dejó agotada).

un pantalón cómodo, floreado, la blusa de breteles finitos, los zapatos. un abanico y a la calle rumbo a la calle alsina.

pienso que el verano pasado había concurrido a ese mismo antro tanguero con un espantoso sentimiento de desolación interna. sin todavía poder creer que había llegado al final eso que creía que no se iba a terminar jamás. absurdo. en ese momento no lo creía ni lo sabía ni lo aceptaba. llevó varios meses y varias equivocaciones más. el corazón es un tañedor empedernido.

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grabamos tres tangos. por ahora muy pocos. testeamos otros tres. lo que estoy poniendo a prueba en realidad es mi capacidad de atravesar estos procesos sin conflictos. o por lo menos sin conflictos internos que me paralicen y me dejen detenida en una esquina de la que no pueda partir a nigún lado.

n, como buena artista y cantante que es, hace gala de esa combinación de sensibilidad, intuición, buen gusto y capricho tan propio de quienes saben que son diferentes y que con ese ser diferentes pueden llegar a tocar, sin darse cuenta, la ampolla de los afectos. su voz es de una dulzura y calidez infinitas y acompañarla es una de las formas del placer más lindas que me fueron dadas.

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nada dije del piano del día aquél. estaba muy bien.

en su repiquetear

la lluvia habla

viernes, diciembre 27, 2019

books

cuando tengo que hablar sobre un libro que leí, mi forma de referirme a la experiencia de la lectura se circunscribe a una serie de apreciaciones muy simples, casi infantiles, de índole: me gustó tal cosa, o me emocioné con lo que le sucedía a tal personaje, u odié que pasara tal otra cosa o que el final no fuera de determinada manera (por ejemplo, en the house of myrth, cómo wharton hace terminar la vida de la protagonista --su nombre, si mal no recuerdo, era lily-- de una manera tan cruel, tan triste, tan sin esperanza).

no puedo hacer comentarios acerca de lo formal o lo específicamente literario: solo puedo hablar de mi experiencia personal en tanto y en cuanto esa experiencia pueda ser traducida como el conjunto de sensaciones y emociones que la lectura me provocó. es probable que eso se deba a la falta de herramientas de crítica como para poder hacer una relación un poco más intersante o más asociada al hecho artístico en sí mismo. pero creo que a esta altura no tiene mucha importancia.

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acaban de pedirme, por caso, que me exprese acerca de stendhal, de cuál de las novelas que leí de él me gustó mas. me puse a pensar en qué cosas leí de stendhal y recuerdo que leí unas crónicas italianas (que eran una suerte de relatos cortos sobre la vida de algunas mujeres), un librito biográfico acerca de la música y la vida de rossini, una especie de tratado sobre el arte (que creo no haber terminado) y las dos grandísimas novelas, rouge et noir y la chartreuse de parma.

no supe bien qué decir además de que ambas novelas me resultaron atrapantes en el sentido más literal de la palrabra y que me identifiqué con sus mujeres por el mero hecho de que cuando leí esas obras yo tenía la misma edad que las protagonistas (eran mujeres que desataban grandes pasiones en hombres menores que ellas, dispuestos a hacer cualquier cosa por conseguir su amor, y sé que me gustaba pensar que yo misma podía llegar a inspirar ese tipo de sentimientos en los hombres). también recuerdo que me molestó el aire de superioridad y patronazgo con el que hablaba stendhal de la influencia de los franceses en italia luego de que napoleón hubiera invadido todo.

jueves, diciembre 26, 2019

historias con pinturas

sigo soñando cosas extrañas como lo del colegio o mudarme a una casa al lado de m.
ya está en casa el manual de gramática en español que anduve buscando las últimas semanas. ahora (la etapa siguiente en este proceso pedagógico forzado por las circunstancias) hay que sentarse a estudiar.

además de ese libro bien bonito y compacto compré hoy unos almohadones con adornos de telar indígena para el sillón del linving (como si atiborrarlo de armohadones resolviera el problema de la falta de lugares cuando vienen muchas personas a casa) y también me traje un instrumento de percusión con un parche de cuero que no es un bombo ni un tambor y cuyo nombre, por supuesto, ya olvidé (había en casa de papá otro ukelele de manera que ahora habrá que formar una pequeña orquesta de niños tañedores).

la salud no la compré: simplemente las cosas permanecen como están aunque algo más decadentes cada año, el cuerpo, de a poco, va diciendo basta. aunque las ganas (de sexo, digámoslo) no faltan y los estrógenos --todavía-- no se calmaron de todo. eso sucederá, según me indican, en algunos años más.

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ya lo dije, el libro de maría gainza es una de las cosas más bellas que llegó a mis manos en los últimos tiempos.

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miércoles, diciembre 25, 2019

natale

pasó la navidad llena de niños
e instrumentos musicales
y otros niños que ya no lo son tanto
en la mesa un mantel nuevo y las servilletas dobladas en forma de arbolito

me puse un libro a mí misma que es "veramente" una maravilla: una mujer  habla sobre cuadros de artistas para mí desconcidos (y que pueden ir a visitarse en los museos de buenos aires) y en un zurco paralelo va contando historias personales.

lunes, diciembre 23, 2019

le gente saluda y yo sí, felicidades, la verdad no me interesa, hoy e. tuvo que ir a dar su examen sin saber con anticipación que hoy tenía que ir a dar su examen porque había confundido la fecha de la misma forma que mezcló los temas de literatura y todo así.

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me pregunto qué necesidad tienen las personas de hablar o que les hablen para después terminar desapareciendo en un pozo de silencio. ese venir a golpear una puerta para qué ¿comprobar que al otro lado hay alguien que responde? ¿alguien que escucha?

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tengo a mi izquierda un puñado de lápices gorditos, de colores semi fluorescentes. los dejo ahí, a mano, sin usarlos, como quien guarda la llave de un arcón que sabe que no abrirá nunca. pero la llave. permanece. todo el tiempo. es lo mismo que no querer romper algunas cartas porque en ellas se conserva parte de lo que alguna vez pasó por nuestro pensar. o sentir.

y sin embargo borré todo.

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ahora por ejemplo debería levantarme de la silla. el gesto de incorporarme, mover las piernas para dar el paso. lo pienso y no lo ejecuto. debería salir rumbo a casa a encontrar a los míos y sin embargo escribo sin saber qué escribo y dejo que se acerquen (felicidades, la gente, ya los mencioné hace un rato) y me besen y me digan cosas de la navidad y ese tipo de asuntos domésticos relativos a las fiestas y pienso que a lo mejor aquél libro, o aquél tango, y dónde habíamos quedado en la conversación.

o en la conservación.

conservar la conversación. es algo que resulta tan difícil en estos tiempos que corren.

martes, diciembre 17, 2019

soneto antes de que comience el verano

¡qué lindo! pega el sol y me caliento
entonces pienso en sexo y siento cosas
soplará el viento, se abrirán mis rosas
los motivos del cuerpo: los presiento

pero no todo es dulce en los amores
que hombres y mujeres se profesan
vienen con mil espinas esas flores
se sabe bien aunque no lo confiesan

¡qué lindo igual creer que uno es objeto
de los deseos que a otro le arrabatan
el sueño el alma el estro y la energía!

vení, querido dame el amuleto
ese que a la tristeza desbarata
tengamos ahora mismo nuestra orgía

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lunes, diciembre 16, 2019

qué lejos quedó todo y ahora que necesito un piano para ir a aporrearlo al mediodía no me queda otra que darle a este teclaro de juguete. 

estoy leyendo el libro de juan rulfo. creo que cuando estaba en el colegio g.c. nos había dado a leer esa nouvelle pero sólo puedo recordar imágenes o palabras sueltas. no logro formar en mi cabeza una escena completa o una sucesión de acontecimientos que puedan parecerse a alguna forma de relato. sin embargo. 

tenía de ese mismo autor un libro de correspondencia enamorada. oculto en la bilioteca. 

busco libros y cosas para leer y vuelvo a hablar sobre literatura o a escuchar hablar sobre literatura.

miércoles, diciembre 11, 2019

hoy hubo ensayo en el barrio de floresta. dos perritos como bolas de lana me lamían los pies. es increíble lo que todavía cuesta la concentración, hacer la música de un tirón, como un hecho en el que cada nota es necesaria, como una liturgia cuyos momentos no deben ser interrumpidos ni modificados.

eso es lo que tiene de vertiginoso. las artes performáticas son eso: saber cómo comienza pero no saber cómo termina aún cuando uno se haya preparado mil veces, aunque uno haya repetido el gesto, o sepa la función armónica que sigue. lo que sucederá es imprevisible. y es esa misma incertidumbre la que me mueve. 

la voz de noelía es redonda, llena y verdadera.

le ofrecí pagarle por el trabajo esta vez también y si aceptó. 
.
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una conversación se pausa apenas iniciada. y ese silencio evoca toda la tristeza de otros tiempos que no quiero más.

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¿cuál es el precio de escribir?
ahora es de noche y la lluvia quedó bajo las neumáticos de los autos. 

en el calor insportable de la tarde me pregunto quién soy yo.
quién soy yo y por qué.

las reuniones corporativas se suceden unas tras otras. hay masitas --de esas para que te agarren justo, con las manos en la masa, literalmente--.

me piden una birome que no tengo. usos lápices y lapicera de pluma. todo esto bajo el frío del aire acondicionado.

lunes, diciembre 09, 2019

gorda y feliz

tengo pasajes para ir a uruguay, para ir a francia, para ir por ahí.
pasajes y libros y tiempo libre o no tan libre y un plan secreto para encontrarnos todos en algún país de europa del este pegado al mediterráneo.

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compro flores como todos los veranos y lleno la casa con el perfume de los jazmines que se marchitan demasiado rápido. el domingo una vara de lilium que hicieron una orgía en la mesa del living. los libros no se leen solos. el de alejandra me lleva la ternura, me conmueve, un poco de paciencia.

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los trámites bancarios me desesperan.



jueves, diciembre 05, 2019

el espacio mental lleno de nada algún día voy a darme cuenta.
sí.

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estar bien, aparentemente, es una decisión. pero no me dejes sola por favor. no te vayas porque si me quedo sola no sé bien cómo hacer. 

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el libro de correspondencia de alejanra pizarnik es bello y triste, tiene copias de las cartas y los dibujitos que ella hacía con amor a quienes iban dirigidas (no me había dado cuenta de ese detalle al comprarlo y cuando lo vi me dieron ganas de llorar). la leo y es como estar espiando algo que no me corresponde espiar, algo secreto que no me pertenece pero que a su vez llegó a mis manos para mi conocimiento y regocijo. 

¿cómo puede ser? quisiera compartir. 

me falta un interlocutor. qué difícil es tener un interlocutor. edición: encontrar, conseguir, perdurar en el tiempo en la conversación. 

miércoles, diciembre 04, 2019

joy in repetition

el subte no funciona pero el piano sí.
cuántas veces hay que repetir las cosas para que otro entienda lo que queremos decirle.
todas las que sean necesarias.
y aún así, a lo mejor no resulta.


martes, diciembre 03, 2019

razones

venía acá a producir belleza. hace años esa era mi búsqueda. ponía siempre en la contrucción del texto, por insignificante que fuera, la intención de fijar en el instante una imagen hecha de palabras. 

cualquier excusa era válida: describir un viaje en subte, comentar una lectura, hablar maliciosa de las personas que me rodean en la oficina, exaltar mi experiencia con la maternidad, explicar (sin ser plenamente conciente de eso) cuánto extrañaba hacer música, decir cosas de sexo, pensarme puta, creerme buena, justificar el haberme dedicado a algo que me da dinero (y qué bien y cuánto y cuántas posibilidades) pero que no me mueve el deseo, explorar las posibilidades del estilo, etc. 

todo era suceptible de ser dicho. ergo todo debía ser escrito. pero amorosamente escrito. había una obsesión en la búsqueda de las formas, en la experimentación, y sobre todo, en el movimiento continuo de la escritura: lo hacía todos los días. sin falta. como quien duerme o come o bebe agua. todos los días. era algo más que sexual (uno no coje todos los días). y era sexual o impulsada por una pulsión o un deseo irreprimible de escribir. con el tiempo no sé bien qué pasó. escribí menos. sin planes. con una escritura volcada más a dejar asentadas en un papel cuestiones que sé que voy a olvidar pero sobre las que me va a gustar volver. 

empecé a escribir como quien escribe un acta de la asamblea de sus sentimientos y preocupaciones para después retornar y ver qué intrascendente era eso que en algún momento nos pareció tan importante. 

domingo, diciembre 01, 2019

vilhem hammershøi

vi un cuadro en la national gallery de londres. lo vi el año pasado y este año y me había llamado la atención y sin embargo no retuve el nombre ni del pintor ni de la obra.

hace poco volvi a ver en algún lado sus pinturas. y me produjeron la misma sensación de desasosiego y calma a la vez. y no me di cuenta de que se trataba del artista que había descubierto en londres. ahora ya lo sé. espero no olvidarlo.