sábado, enero 28, 2017

una de las nenas se despertó.
vino a mi cama.
estoy desvelada.

viernes, enero 27, 2017

cuánta crueldad encierran los espejos.

martes, enero 24, 2017

cada tango dice lo que dice y además más y otra cosa

por primera vez presto atención a las orquestas de tango y a la música. antes un tango era un tango a secas. ok: sí sabía apenas que di sarli no es lo mismo que pugliese ni d'arienzo, que hay un tango que tiene una parte robada de un estudio para piano de chopin, y que hay otros con letras muy tontas, pero hasta ahí nomás llegaba mi amor. resolvía la cuestión con un y yo qué sé qué tango es ese interior que me libraba de toda responsabilidad. además me enseñaron: porotita vos siempre tenés que seguir al tipo antes que a la música, tenés que hacer los pasos "bien", decodificar la marca,  porotita no me muevas las caderas, porotita no te apures, porotita esperá, etc,

demasiadas preocupaciones ¡pobre porotita! como para andar fijándome en el dueño de la orquesta.

pero ahora.

ahora pongo tangos todo el día.

ahora es todo ¡ah!, este tango era de tal y este otro de cuál, qué maravilla, así que ese que me encantaba se llamaba fulano o mengano y aquél era de una época anterior o posterior al otro [mentira, todavía no los ordeno en el tiempo] y etc, etc.

es como correr un velo y ver de cerca algo que siempre estuvo ahí, algo de lo que apenas adivinaba la forma.

es como ponerle nombre a las cosas.

por ejemplo, ese tango, tigre viejo, lo habré bailado ¿cuántas veces?, el lamento del bandoneón y las cuerdas en pizzicato sosteniendo y después el violín y las cuerdas que siguen con el pizzicato tin tin tin, o plin plin plin [cuál es la onomatopeya para el pizzicato] lo podría escuchar en loop eternamente, el piano que "presenta" a los otros instrumentos sin tomar protagonismo nunca, eso me gusta (el piano por detrás, hay unos glissandos con las cuerdas, pero no mucho más, el piano es el hombre, da lugar para que el bandoneón y los violines se luzcan), toda la tarde de hoy tigre viejo mientras pensaba las preguntas que les tengo que hacer a los de la refinería por la valuación, y no las escribía o las escribía dos veces, lo peor es que cuando quiera recordarlo y no tenga la música a mano no voy a poder, o sí. no sé. pero no importa.

y en mi memoria, la idea del poema de pizarnik:

esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje, alguien canta el lugar en que se forma el silencio. luego comprobará que no porque se muestre furioso existe el mar, ni tampoco el mundo. por eso cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa.






domingo, enero 22, 2017

qué largo se [me] hace hasta volver a bailar. un concierto de rachmaninov, otro de grieg, el de schumann [sí, el de Madame Soutzastka], los de chopin, las obras para piano de satie, el calor, nadar de noche, noticias de m. y la audición para el ballet, tiene 41 años, podría ser su última oportunidad, está nerviosa y dice que se siente sola, qué es toda esta locura tardía de bailar, este deseo colectivo de expresarse con el cuerpo?

...

hay rhodesias en la heladera. no tengo cigarrillos. ya salí en bicicleta por la mañana huyendo de la casa que parecía un incendio. volvería a dormir pero no: prefiero escuchar música. veo que entre los cd's heredados hay uno con los sonetos del Petrarca de Lizt que ni me acuerdo cómo sonaban, sólo que los analizamos en una clase de armonía. tengo que pasarme una gillette por las pantorrillas y ya sé que voy a dejar todo para último momento.

viernes, enero 20, 2017

quiero meterme adentro de un vals y no salir nunca más.

jueves, enero 19, 2017

quedé sola y no me cierra un puto número.
me pongo ansiosa.
me bajo un paquete de vainillas.

me
me
me
meeeeh

o mejor:

muuuu!

hay que resolver
cosas
urgentes

por ejemplo: ¿se hicieron los pagos on shore?
¿se retrasaron?
¿son en euros o en dólares?
averigualo ya

a mí, la verdad, me importa tres carajos.
tampoco me importa lo de la la chica china que viajó a new york
y después a davos
y a bahamas
(o antes)
a la casa del dueño de la empresa

no tiene vida, dice uno. a mí no me gustaría un trabajo así.
pienso: a vos nunca te ofrecerían un trabajo así, idiota.
lo expreso (no en esos términos)
parecido a la zorra y las uvas
"a mí no me gustaría"
"las uvas están verdes"
"no era para vos"

mientras, t. y yo vamos a una tanguería en palermo
a la clase de principiantes
yo de hombre (vestidito y tacos)
ella de chica  (shorts y zapatillas)

ella es todo tetas, piernas musculosas,
bajita, simpática,
yo soy culo, medio tabla, bajita también aunque un poco más alta

las hermanas parecidas
y distintas: una con caderas, la otra sin
una ojos verdosos, rasgados, más italiana
otra bien española, ojos canela
marrones, bah, oscuros,
redondos
nada de canela
viscerales las dos
y un poco locas

un hombre pelado, panzón,
la invita a teresa y ella lo mira y le dice que no porque es la primera vez
"sólo te hago el básico
un, dos, tres, cuatro"
y el tipo: dale
y ella: no, no, no sé bailar
y él: dale animate

y ella va

en la pista hacen cualquier cosa y ríen
"sentime, sentime"

yo miro

después vuelve contenta:
es tan argentino, tan porteño
el tipo que te abraza y te chamuya
y te toca un poco la piel

la piel

no como en dublín donde la gente se mira de lejos
y no se toca
ni se besa


martes, enero 17, 2017

dice jm:

"si yo muriera mañana no tendría gran cosa de la que jactarme. no lo encuentro grave. los mediocres, los intrascendentes, le damos estabilidad al mundo"

algo parecido acerca de las personas que no son excepcionales dice también dostoievsky o se lo hace decir a raskólnikov en su teoría sobre el asesinato.

mediocre e intrascendente. cómo se mide. tenía esa preocupación, la de la trascendencia. no sé bien qué es. dejar algo, en algún lado. tocar a alguien. conmover. pero tenía que ser de manera ostentosa [una estupidez]. después no. mejor pasar sin hacer ruido.

dejar algo.
tocar a alguien.
conmover.  

compruebo, con ¿asombro? que las ultimas cosas/textos aquí dichos arrancan con la palabra...

no.

...

todavía es de noche pero en un ratito voy a escuchar a los pájaros hablando.

no puedo dormir.
punto.

...

[lo digo para que se rompa el hechizo]

...

estoy sola [no estrictamente, los demás duermen, que es lo mismo que si nos abandonaran en el insomnio]. por la ventana llega el ruidito de unos grillos a los que no les interesa para nada mi situación. la alarma va a sonar en menos de dos horas y media y eso me desespera un poco. hace meses que no me pasa esto de levantarme en mitad de la noche. por lo menos no estoy angustiada. sólo despierta.

viernes, enero 13, 2017

no quiero dejar de decir que me puse a escuchar a john coltrane y de repente recuerdo que me recontra embola la estridencia del metal y el caos y toda esa paja del jazz y la batería como mil metrónomos eloquecidos, melodías desquiciadas [bocinas en un embotellamiento] que sólo les gusta a los que lo tocan y dejan a los de afuera, afuera.

por eso me gustó chet baker.

es más amoroso. además le pone algo a la trompeta, una sordina, algo que modera los estrépitos, que produce un sonido menos penetrante.

más una caricia que un aturdimiento.

lo saqué a coltrane. no aguanté más de 10 minutos.

...

mañana habré olvidado todo.

no sé por qué no ponen nunca los valses criollos de ariel ramírez en las milongas. me acuerdo de mamá tocando el piano y de que a ella le encantaba y nos tenía a todos locos con las zambas y los valses en ese delirio folklórico que le agarró cuando éramos chicas.

el living de casa era una peña.

...

la tristecita y desde el alma eran los que tocaba mamá.

martes, enero 10, 2017

siempre me molestó escuchar jazz con trompetas.
hasta ahora.
es decir, hasta chet baker.

lunes, enero 09, 2017

eso no es ahora. fue antes.

...

ahora (o en estos días) las niñas todo el tiempo rodeándome. me esperaron el viernes, horas, para que las llevara al parque a jugar, por fin llegaste de la oficina tía, te esperamos siglos, fuimos a trepar en los ombúes centenarios, descalzas (ellas) se ensuciaron lo vestidos nuevos, la más chiquita gritaba como una mona: en 3 segundos me doy vuelta y está sentada en la cumbre del árbol proclamando su reinado. 

y yo: por favor bajá de ahí a. qué hago si te caés, si te rompés qué le digo a tu mamá y ella es feliz en su reino vegetal con su hermana mayor dando vueltas, descalza también. después nos vamos a los juegos, hay hamacas y toboganes y demasiados niños. un caño para deslizarse como batman, escaleras, puentes, sogas. ellas se mezclan entre los chicos que corren y saltan para todos lados y yo las miro, sentada en mi puesto de vigilancia y sufro ese desasosiego momentáneo que se produce cuando desaparecen de mi campo visual por unos segundos y me asusto ¿dónde están? entonces concentro la mirada y de repente un pedacito de las flores del vestido, el pelo largo, un moño, un bracito, algo que me indica: no, ahí están, y vuelvo a respirar tranquila. margarita se aleja y se pone hablar con una chica que tiene un perrito. me acerco y charlamos las cuatro: la chica, las nenas y yo. y otra nena que no se sabe bien si es nena o nene porque tiene el pelo muy cortito y es gordita y suave como una nena y no me animo a preguntar. 

en la pileta es la misma historia: vigilar que no se ahoguen y hagan sus trucos. tía mirame cómo nado. mirame voy a lo hondo con el avioncito. mirame. mirame. mirame. las niñas, los niños necesitan la mirada del adulto, la atención, la aprobación y esa necesidad no se termina nunca porque cuando somos adultos (una mujer, un hombre) también: 

mirame. mirame. mirame. 

quereme. quereme. quereme. 

...

llegan novedades de irlanda. parece que va a ser un enero tórrido y familiar. 

y en estos días

así, sin más, por un puro estallido escribo poemas malísimos que son como unas pajas apuradas e intensas de esas que vienen de repente.

take your broken heart. make it into art.

sábado, enero 07, 2017

dormí en el sillón del living. las nenas tomaron la casa.

viernes, enero 06, 2017

qué verga es escribir en una pantalla táctil.

son casi las 12 de la noche. las niñas conversan en la habitación de al lado. se escucha el aleteo de los abanicos. presiento que está noche va a ser larga. estuve un rato despiojando a a. y saqué bichos como para cocinar una paella. se quejaba y se rascaba y le pregunté si quería que le lavara el pelo, sí tía, lavame por favor que me pica mucho. antes bailamos y dejé que revisaran todos mis zapatos de tango y una se pintó los labios con brillitos que sacó de un neceser. me desconcierta ver todo lo que hay de femenino en ellas desde tan chiquitas, esos gestos y cosas tan de mujer que, siendo madre de varones, no recordaba. antes de bailar nos sentamos al piano y toqué un ratito twinkle twinkle little stars en la versión de Mozart y margarita comenzó a cantar estrellita adónde estás con su voz dulce e infantil y me reí mucho cuando, al pasar a la primera variación ella siguió cantando e inventando palabras para seguir la línea de las semicorcheas.

jueves, enero 05, 2017

estoy sola en casa con dos niñas pequeñas que acaban de olvidar que tenían sueño. una toca el piano. la otra me pide que le muestre cómo se baila tango.

esa energía indómita de la infancia que el tiempo y la educación atenúan o anulan irremediablemente.

las nenas se visten solas. pelean por los abanicos. ¿voy a poder dormir está noche?

¿y vos cómo estás? ¿el piano? ¿el niño? ¿tu vida?


entonces de la nada llega un wa, que está en terapia intensiva con riesgo de muerte, que parece que lo agarró la policía medio dado vuelta, que lo cagaron a palos [todo el dolor en el cuerpo, y todo el dolor que infligiste]. pienso: no me importa. es un horror espantoso ser capaz de pensar eso. en la muerte. en la posibilidad cercana de su muerte. me quedo impávida y me repito: no me importa. y lo cierto es que sí importa y pienso en mi hermana, los niños, ahora qué se hace. llamo, hermana dejame a las nenas, yo las puedo buscar, las tengo el fin de semana conmigo, no te preocupes por nada, y se me estruja el alma, el cuerpo y la vida y me pongo en modo emergencia.

martes, enero 03, 2017

nos encontramos en Aldo´s [con quién, con quiénes fui a comer ahí otras veces]. hace tres años y más que no nos vemos. pero: es como si no hubiera pasado el tiempo. j. está más gordo y v. también. me dicen como excusándose: tenemos unos kilitos de más. me preocupo porque pienso que no se van a cuidar bien cuando regresen. hablamos de los niños, de los viajes, del infarto del papá de v. ¿por qué no vino g? tenía muchas reuniones hoy. hablamos de que ¿saben? ¡voy a mudarme! vimos un departamento que nos encantó. qué bien ¿dónde? a la vuelta de casa [no es a la vuelta exactamente, pero casi]. se ríen porque ellos ya se mudaron quinientas veces y quinientas veces cambiaron de huso horario. y yo [nosotros] necesité [necesitamos] siglos para irme [irnos] "a la vuelta de casa". hablamos de la educación, de cómo encuentran el país, qué te parece lo que hace el presidente a vos que sos zurda, dice j. yo no soy zurda: soy esa clase de engendro que cuando está con gente de derecha parece de izquierda y cuando está con gente de izquierda la toman por gorila [no soy peluda, no]. ríen de vuelta. les explico a quién voté y por qué y que lo hice llorando yo que nunca voto y respeto lo que otros decidan. seguimos un rato y el tiempo corre [cruel] como corre cuando el corazón está a gusto y de repente se hace la hora de irse. pedimos la cuenta. forcejeamos con j. porque quiero invitar yo. no nena. sí, invito yo, le digo, acá puedo: vos invitame cuando vaya a seattle. por supuesto, la casa está abierta para ustedes. nos decimos esas mentiras porque no sabemos cuándo nos veremos nuevamente. salimos, les muestro el edificio, les cuento que funciona el bebop club de jazz ahí mismo, por las noches, que es muy lindo [se los digo como si existiera la posibilidad de ir juntos algún día]. vamos hasta la plaza de mayo y pienso que es increíble estar ahí los tres, mirando el cabildo, la pirámide, ustedes que no vienen nunca a la capital.

nos despedimos enfrente de la catedral. nos damos un abrazo fuerte. me separo. los vuelvo a abrazar a los dos. odio cuando la gente se va [no tener la disponibilidad de las personas].

me voy llorando porque me parten el corazón las despedidas.

ellos no lloran.

el que eligió irse no tiene ese derecho.

dormí poco.
siempre quedan muchas cosas por decir / hablar. 

...

ron hicks. no olvidar ese nombre.