martes, enero 03, 2017

nos encontramos en Aldo´s [con quién, con quiénes fui a comer ahí otras veces]. hace tres años y más que no nos vemos. pero: es como si no hubiera pasado el tiempo. j. está más gordo y v. también. me dicen como excusándose: tenemos unos kilitos de más. me preocupo porque pienso que no se van a cuidar bien cuando regresen. hablamos de los niños, de los viajes, del infarto del papá de v. ¿por qué no vino g? tenía muchas reuniones hoy. hablamos de que ¿saben? ¡voy a mudarme! vimos un departamento que nos encantó. qué bien ¿dónde? a la vuelta de casa [no es a la vuelta exactamente, pero casi]. se ríen porque ellos ya se mudaron quinientas veces y quinientas veces cambiaron de huso horario. y yo [nosotros] necesité [necesitamos] siglos para irme [irnos] "a la vuelta de casa". hablamos de la educación, de cómo encuentran el país, qué te parece lo que hace el presidente a vos que sos zurda, dice j. yo no soy zurda: soy esa clase de engendro que cuando está con gente de derecha parece de izquierda y cuando está con gente de izquierda la toman por gorila [no soy peluda, no]. ríen de vuelta. les explico a quién voté y por qué y que lo hice llorando yo que nunca voto y respeto lo que otros decidan. seguimos un rato y el tiempo corre [cruel] como corre cuando el corazón está a gusto y de repente se hace la hora de irse. pedimos la cuenta. forcejeamos con j. porque quiero invitar yo. no nena. sí, invito yo, le digo, acá puedo: vos invitame cuando vaya a seattle. por supuesto, la casa está abierta para ustedes. nos decimos esas mentiras porque no sabemos cuándo nos veremos nuevamente. salimos, les muestro el edificio, les cuento que funciona el bebop club de jazz ahí mismo, por las noches, que es muy lindo [se los digo como si existiera la posibilidad de ir juntos algún día]. vamos hasta la plaza de mayo y pienso que es increíble estar ahí los tres, mirando el cabildo, la pirámide, ustedes que no vienen nunca a la capital.

nos despedimos enfrente de la catedral. nos damos un abrazo fuerte. me separo. los vuelvo a abrazar a los dos. odio cuando la gente se va [no tener la disponibilidad de las personas].

me voy llorando porque me parten el corazón las despedidas.

ellos no lloran.

el que eligió irse no tiene ese derecho.

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