viernes, enero 29, 2021

motivacional

si así sos con lo que te interesa cómo serás con lo que te chupa un huevo. la noche está poblada de insectos y cucarachas rojizas. la cena quedó a medio camino entre las hojas de albahaca y los tomatitos cherry.

me voy al piano.

por suerte hoy ya cojimos.

 no sé qué hago despierta. 

jueves, enero 28, 2021

joan semmel

sylvia sleigh

jenny saville

miércoles, enero 27, 2021

subsahariano

ahora extraño nadar de noche. y de dia. tanto que ayer salí a caminar por la mañana aunque a las 8 la temperatura rondaba los 30 grados. 

lunes, enero 25, 2021

restos mortales

la anécdota de hoy es la siguiente: después de varios días sin vernos, claro ¿qué vamos a hacer? me meto en la cama de nuevo a media mañana, yo me había levantado temprano, con el sol, todos los días del verano igual: salgo de la habitación a desayunar. estoy sedienta y necesito frutas frescas, agua, mucho amor. al rato vuelvo y te busco silenciosa, estás dormido pero no tanto. en la semipenumbra de la habitación te busco: mi mano en la pija apenas rozándola, despacio, los dedos ahí en el corazoncito, después un beso, la lengua, otro beso y otro, ya no es en el sueño donde están tus sueños, estás acá conmigo, todo despierto. cojemos. o mejor, te garcho yo porque estoy caliente y mojada y es tan fácil entrarte desde arriba y todo sucede en un enriedo de sábanas y piernas y besos mil veces repetidos y siempre nuevos. 

quedamos exhaustos, desparramados, hace mucho calor, el ruido del ventilador es el telón de fondo. las chicharras en el jardín repiten su insoportable cantinela. pasa un rato y alguno de los dos por fin vence la inercia y se levanta a darse una ducha mientras el otro languidece en las sombras. 

la cama desordenada. entre las sábanas, hundido, el forro con la leche. 

¿cuál es la anécdota del día?

ya no sé. 


sábado, enero 23, 2021

ensayo sobre el don

tomar nota sobre la economía del don, de marcel mauss. reviso los textos y las discusiones y veo que en la primera parte faltan los apuntes sobre la venus de las pieles de leopoldo sacher massoch (lo que habíamos discutido al principio). 

respecto de lo otro: el regalo debe ser dado y aceptado. no hay una obligación de devolver la atención en el momento a la misma persona porque de esta manera todo el acto se reduciría a una mera transacción.

 tengo que conseguir alguna versión impresa de ese libro. 

(poema de los dones)

jueves, enero 21, 2021

hay personas que desaparecen de un día para el otro sin explicaciones 

miércoles, enero 20, 2021

la habitación azul

una mujer en piyama: pantalones a rayas blancas y verdes, gruesas. ella es gruesa también, sus piernas, sus brazos tranquilos. tiene puesta una camiseta color carne de breteles finitos que deja ver su busto generoso. en la boca un cigarrillo. a los pies de la cama un par de libros. la mujer está reclinada y mira hacia un punto perdido en diagonal al espectador. o algo así. no mira de frente. no está posando. simplemente descansa sobre un acolchado azul con dibujos blancos que se repiten en las cortinas. el cabello recogido deja ver el cuello, la cara redonda. 

es uno de los cuadros más bellos que ví en mi vida. pintado por una mujer. 

martes, enero 19, 2021

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lunes, enero 18, 2021

schubert

entre la montaña de discos hay algunos con obras de schubert. recuerdo eso ahora que no los tengo a mano (sólo traje los de mozart) y busco para escuchar online. la primera sonata que escucho, la número 4, es tan beethoven que si no supiera que es una sonata de schubert y no hubiera escuchado las de beethoven seguramente las confundiría. 

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hay una de las últimas que tiene un comienzo muy parecido al de la sonata op.13. verifico la tonalidad y efectivamente, las dos están en do menor. y arrancan con las mismas notas y un ritmo similar. me pregunto si schubert tenía conciencia de esto. si lo hizo como una forma de homenaje. luego la música deviene otra cosa, pero esa manera de iniciar la obra con una referencia tan clara, no puede haber sido casua. ¿o si?

domingo, enero 17, 2021

no hace calor

como para nadar, entonces la bicicleta. sin salir de los jardines de la casa, como una lunática, después de todo es mejor que una bicileta fija: los árboles se suceden circulares, la palmera petisa con forma de ananá gigante, el pino, el magnolio sin flores y la largistromia florecida como un ramo una novia blanca: doy vueltas desde el fondo hasta el jardín de adelante, esquivando los autos estacionados sobre el sendero de ladrillos. recuerdo que cuando era chica también corría imaginarias carreras en bici en el fondo de la casa: lo que más me gustaba era subir y bajar una loma que había y salir desiparada. una vez no me di cuenta que la soga de la ropa estaba demasiado baja y me enganché con la consecuente caída. la bicicleta siguio su trayecto pero mi cuerpo terminó despatarrado en el piso, la marca de la soga en el cuello como les pasa a los suicidas pero con mejor suerte. 

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leo una novela de césar aira y mientras leo me pregunto ¿porqué no leí más novelas de césar aira antes?. al llegar a cierta escena me doy cuenta de por qué, pero también noto que eso que en otro momento me molestaba ahora ya no y que encuentro mucha belleza en el estilo de la escritura y el devenir de los razonamientos. 

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desayuné ciruelas, bananas, café con leche, tostadas. 

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ayer por la tarde, después de muchos días sin vernos (dos? tres?), nos encontramos rápido en el desorden del cuarto, la cama sin hacer, las sábanas un remolino, el sexo urgente, húmedo, vertiginoso. 

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jueves, enero 14, 2021

cómo era sentarse a escribir

cómo era entonces esto vamos a ver por ejemplo estoy sola en casa el piano quieto los relojes no quietos. el relojde la cocina va dejando esa huella sonora del paso del tiempo que es tan desquiciante un corazón delator de asesinos una marca en el aire el pulso de le muerte que se acerca, porque siempre está un poco más cerca. los sonidos de la calle suben y entran por las ventanas abiertas y no me dejan pensar (es mejor no pensar).  

anoche en el baño bajo el agua tibia de la ducha y mientras todo se inundaba --olvidé que se había rebalsado la rejilla antes de irnos hace dos días-- sentí algo bajo la piel del pecho, más puntual: una bolita una presencia ahí en la teta izquierda del lado de abajo, una cosita nueva y me aterroricé qué es esto si ya hice los estudios y no tengo programado nada que implique desaparecer del mundo por ahora. toqué de nuevo y sí: ahí está. mientras tanto el agua corriendo cuerpo abajo y negándose a seguir su curso por las cañerías, toda el agua del lado de afuera de la bañera en el piso escapando hacia la habitación y la cosita ahí en la teta, hola, estoy acá, persisto aunque no lo sepas. pienso el sábado. pienso otras visitas al médico. tengo que revisar los informes. entonces salgo de la ducha y puteo porque ahí el agua, hola, no me fui. la concha de su madre la ropa mojada la alfombra mojada yo mojada sin atinar a salir o a quedarme mirando el desastre de la inundación el presunto desastre que hay debajo de la piel, entonces no, ahora arreglo todo. para qué vine sola acá. por la sesión de mañana al mediodía (es decir ahora al mediodía porque lo de la teta fue ayer y la sesión es en unos minutos); por la reunión de la tarde en la que seguro alguien hablará de vaca muerta y yo: soy una vaca muerta o que va a morir y no voy a saber de qué hablan y sin embargo voy a escribir todo lo que digan automáticamente sin pensar --lo que escucho puede ir a mis manos sin pasar por la puerta de mi atención--; volvía a casa porque quería estar un rato a solas con el piano, unas invenciones a dos y tres voces, la música el perpetuum mobile de bach que me acomoda el miedo. 

no sé qué más. 

ya es la hora. 

miércoles, enero 13, 2021

bicicletas

salí a andar en bicleta a calle abierta, en shorts, con los pies casi descalzos. el olor del pasto cortado, de las plantas es inverosímil. el tiempo no se explica y no puedo nombrar lo que veo. tengo la necesidad de conversar. acerca de cualquier cosa. lo noté hoy luego de tres o cuatro llamados telefónicos (sí, todavía uso el teléfono) por trabajo durante los que hablé casi de todo menos de trabajo: de las personas que se fueron, la situación de la pandemia, cómo y dónde cada uno pasó las fiesta, trivialidades dichas en cada extremo de la línea desapasiondamente

sin embargo en casa mis cohabitantes me señalan que hablo fuerte, que debo bajar el tono, que cierre las puertas, etc. 

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sonetos de garchar no se me ocurren
pues ya los escribí en otro momento
¿será que los poemas hoy me aburren
y necesito un nuevo esparcimiento?

lejana allá en el fondo de la casa
pasea muy oronda una paloma
la observo caminar y el tiempo pasa
mientras el universo se desploma

entonces pienso: vamos, es ahora
hay que dejar que el cuerpo haga los suyo
hay que olvidarse ¡sí! de la pandemia

vení que abro la caja de pandora
bajo la luz feliz de los cocuyos
llename de agua que la sed apremia




martes, enero 12, 2021

 ¿por qué son tan fascinantes las puertas?

postangos

me mandan a escuchar a gerardo gandini. me mandan bien: a donde necesito. sólo puedo estar agradecida de que el mundo sea tan grande que no de tiempo a tener ganas de morir. y de que haya personas dispuestas a mostrarte el mundo. 

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ayer caminé 10 kilómetros por un libro de poesía que fui a buscar en una librería de la calle corrientes. traje ese libro más los diarios de nijinski y una novela policial. 

hoy dije que iba a trabajar ininterrumpidamente y son las 10 de la mañana y todavía no empecé (en rigor ya envié algunos mails). creo que el "encierro" o las limitaciones de la vida de ahora, porque no podría afirmar que estoy encerrada aunque sí, quizás, algo inmóvil, comienza a afectarme. tal vez no sea cierto que no necesito ver a nadie. el domingo estuve en casa de g. por primera vez. fui a ayudarlo a deshacerse de parte de su biblioteca musical y de su colección de CDs y a tirar papeles muertos. había ansiedad y algo de asombro en el acto del desprendimiento: como arrancar pedacitos de vida y dejarlos ir. g. dijo que todo el asunto le hacía doler el estómago. yo permanecí sentada en el balcón mirando cómo el separaba fotocopias viejas de las cajas y las ponía a un costado y repetía cada vez que veía algo que no recordaba ¿cómo es posible que yo haya leído todo esto?. finalmente sacamos un carrito de supermercado lleno de discos de música clásica, una importante cantidad de papel para llevar al container de reciclado de basura y media docena de libros de arte que me traje a casa. 

al despedirnos le prometí a g. que hablaríamos durante la semana para verificar que él continúe con la tarea de tirar una caja por día. 


miércoles, enero 06, 2021

no puedo

 con nada

martes, enero 05, 2021

qué ganas

 ay sí sí sí de poner el dedo ahí.