domingo, noviembre 04, 2007

estos días

los lunares me dan miedo, tengo las manos frías, acaricié a la perra, bailé, besé, garché, hice como que por ahora me interesa hacer lo que hago, establecí plazos y renuncias, escuché, sentí, anduve con la bicleta por debajo de los árboles, por encima de las piedras, por al lado de las casas, el viento dejó polen en mis ojos, el sol puso colores en mi cara, mal hablé, me pregunté qué es eso del necesitar del cuerpo, tan absolutamente simple, tan arrollador, dormí sobre el colchón del césped, las hormigas caminándome los pies, comí, bebí, lloré, acaricié cabezas enruladas, risas niñas, abracé un bebé, soñé, leí un poema, levanté la mesa, lavé platos y cubiertos, tendí camas, disqué números y encontré las voces de una hermana, un padre, evoqué momentos y conversaciones, quién es quién, extraño -siempre- a mi mamá, me asustan las arañas, compré el pan, comí manzanas, veo -por fin- se fueron varios meses.

yo soy yo.