martes, octubre 31, 2017

89.

lo bueno de conocer o haber estado trabajando sobre las causas profundas de mi depresión es que me evita enojarme inútilmente por problemas que no son problemas. y si no lo evita del todo por lo menos puedo darme cuenta más rápidamente de cuando estoy inventando un conflicto o una excusa para estar mal cuando la verdadera razón de mi malestar es otra.


88.

siento que hoy necesito tomar el frasco entero para poder salir de casa.

lunes, octubre 30, 2017

87 bis bis bis bis

fui a mi clase de tango de los lunes. me siento mejor.

qué felicidad es bailar.


87 bis bis bis

estoy desde hace horas sin poder arrancar. como inmovilizada. necesito que alguien me empuje o me lleve de la mano. los antidepresivos de mierda no sé para qué carajo los tomo.
es decir: me levanté me duché desayuné subí al subte vine a la oficina dije buendía escribí la carta para ezequiel hice un par de llamados no pagué las cuentas compré flores comí parada en la barra felicité a una de las chicas acaba de comprar una casa funciono a un nivel operativo básico también bailé ayer y puse la mesa para quinientos etcétera pero tengo que trabajar concentrarme en algunos temas resolver problemas prácticos sacar turnos médicos y no tengo ganas no tengo ganas no tengo ganas no tengo ganas no tengo ganas no tengo ganas no tengo ganas hablé con noe del tango y de la milonga y siempre tiene esa mirada triste y creo que ella entiende mi tristeza también y hacemos bromas y decimos ironías y ahora por ejemplo todo lo que dije que iba a hacer no lo hice y pienso que tampoco me organicé para no sé qué y creía que lo que me tenía de mal humor era el trabajo o las distancias o las hormonas [ya dejé de sangrar] y [en este momento] escucho a las personas hablando a mi alrededor no sé bien qué dicen es el murmullo de lo cotidiano
ese río sucio
apenas revuelto
que no deja de pasar aunque yo: quieta

lo único que realmente quiero hacer ahora es:

dormir dormir dormir
dormir dormir dormir
dormir dormir dormir

me miro las manos
ordené un poco las partituras ayer, es cierto
pero sólo un poco
en cajas de colores
que compré el sábado (de cartón)
mandé a enmarcar cosas [unos dibujos, tarjetas, imágenes bellas]
van a estar dentro de quince días
¿cuántos son quince días?



87 bis bis

ojos que no ven corazón que no siente. lo mejor es no querer a nadie, no amar, no necesitar dar ni recibir nada.

nunca son los niños los que nos cansan.

nunca.

87 bis.

en realidad, lo que me liquida física y emocionalmente es ver a mi hermana tan destruida.

87.

niños, adolescentes, la maternidad.

vi fotos de mis hijos cuando eran pequeños y yo era joven y estaba llena de vida y desbordaba energía y ahora, supongo, sigo así aunque algo más cansada porque pasaron 18 años, acostarme a las seis de la mañana por atender y discutir con chicos borrachos, decirles cariñosamente [pero firme] que estoy cuidándolos, no vigilándolos, que soy una mamá, no la suya pero una mamá y lo único que quiero es que estén bien y que por eso voy a llamar a sus papás para que vengan a buscarlos; correr de un lado a otro de la casa tras los niños para que simón no pise las paredes (sí, con los pies) o vicente no patee las teclas del piano (se había puesto a "nadar" sobre la banqueta, panza abajo, los brazos y las piernas en total libertad de movimiento), o que eliseo no convierta las paredes de los pasillos en pistas de autos, o ezequiel y margarita no asesinen a antonia con los almohadones del living, bueno, por momentos fue algo para lo que ni el miércoles pasado ni este domingo estaba del todo preparada.

...

la lluvia de anoche fue intensa y corta. no llegué a mojarme demasiado. los tangos discretos. nada del otro mundo.

...

compré jazmines para mi escritorio y los puse en una botella de plástico que recorté y hace las veces de florero. en una época tenía la manía de comer flores, pétalos de jazmines y rosas sobre todo. las rosas son amargas. los jazmines no.

jueves, octubre 26, 2017

86.

mi amigo más querido y compañero durante muchos años acaba de llamarme para decirme que se va de la empresa y tengo muchas ganas de llorar [en eso estoy]

basta de gente que se va.

me harta que la gente se vaya. todos se van. ariel y céline se fueron. alberto y virginia (pero regresaron). recuerdo cuando se fue adriana a vivir a brasil y protesté: no quiero que se vaya y g. me dijo, pero por qué te enojás si no la ves tan seguido. y yo: porque quiero que esté ahí para mí cuando yo la necesite. quiero saber que está. disponible para mí.

detesto las despedidas.

odio que mis hermanas estén viviendo en irlanda, que irene se haya ido y viva lejos, que juan pablo se haya ido, etc, etc, etc.

me cansa la distancia. y aunque lo disimulo bien las despedidas me agotan, cada separación es morir un poco. [termino evitándolas] y sin embargo las acepto [los caminos de cada persona son de cada persona] en general, nunca digo nada. simplemente me despido y ya. es un ejercicio al que estoy acostumbrada: no puedo pretender que la gente se quede quieta para satisfacer mis necesidades de cariño [soy egoísta y caprichosa pero no al punto de hacer una escena cada vez que alguien se va] y sé también que cuando vuelvo a encontrarme con esas personas que se fueron, siempre es como si la distancia no hubiera existido, como si el tiempo no hubiera pasado y nos hubiéramos visto ayer y las  conversaciones y el vínculo permanecen intactos y se reanudan de la manera más natural del mundo.

pero lo cierto es que a pesar de todo el estoicismo del que pueda hacer gala en el momento de la partida la verdad es que después extraño. me hago la distraída [no necesito nada de nadie] pero extraño horrores.




miércoles, octubre 25, 2017

85.

lo que más me gusta de tocar bach es que no se puede cortar la música. una cosa está enganchada con la otra de manera de manera necesaria, inevitable, casi como un perpetuum mobile, agua que fluye, algo así.

lo otro es que es tan complejo de leer al principio: imposible coordinar las voces, hay que estudiar casi obligatoriamente con las manos separadas. por el contrapunto. no hay forma de inventar nada. no se puede meter una nota por otra ni la mitad de un acorde ni cualquier otra de las burradas que se pueden hacer cuando se lee a primera vista, no sé, mozart, beethoven o un vals de chopin. sin embargo con el tiempo todo se acomoda y funciona y cuando eso sucede parece increíble que hasta hacía un tiempo lo que se mostraba imposible de ejecutar ahora resulte lo más natural del mundo y suene así. natural, fácil, hablado. es hablado, tal vez eso me gusta de bach. su música es como una conversación infinita. amable. una voz que no se apaga nunca. que no molesta. que nunca es hiriente ni estentórea. pero es compleja y variada y sin embargo siempre igual. que habla de algo que a lo mejor no puedo comprender muy bien pero que no me asusta ni me angustia ni me enoja. puede haber un dejo de melancolía o tristeza pero nunca angustia: como si supiera todo acerca de los misterios de la existencia pero no le pareciera importante explicarlos justamente por eso. porque no hace falta.

entonces pues: la música.

...

escuchando las partitas (quiero leerlas urgente) descubro cosas de beethoven ahí. cosas que no sabía que eran de bach. no son cosas exactas o literales. pero son.

martes, octubre 24, 2017

84.

tengo una biblioteca llena de libros que no volveré a leer y libros que no leí y un piano que no tengo tiempo de tocar, hermanas que viven lejos y no puedo ver, trabajo que no quiero hacer, alguien con quien no hablar, personas a quienes no querer, un balcón del que no voy a saltar (eso no está tan mal), un cuerpo con el que no bailaré ni mañana ni pasado, una vida sexual en la que no quiero pensar (no es para pensar), un cuerpo que ya no engendrará más hijos, un deseo de trascendencia insatisfecho, la certeza de que no hay nada más allá de lo que yo misma puedo proveerme, frascos con píldoras que me olvido de tomar, las sonatas de Beethoven por Barenboim, regalo de a. cuando mentía que me quería que moría de celos por mí y hacía escenas y no podíamos dejar de pelear y sufrir de la manera más estúpida.

cosas.

jueves, octubre 19, 2017

83.

después del ataque de ira hicimos música juntos (viniste a buscarme, me dijiste: ¿podemos tocar? como quien agita tímidamente una bandera blanca)

el piano y la flauta contralto. música de flandes del siglo xviii de no sé qué compositor.

cuánto amor.

miércoles, octubre 18, 2017

82.

la es reunión interminable.

una mujer, su pelo color de paja de escoba, mastica chicle con la boca abierta.
toma notas en un cuaderno espiral. atenta. sus pulseras tintinean. 

el hombre mayor (el director) pregunta cosas. muchas. debe mantener una dinámica.
la dinámica de la autoridad.
pregunta cosas que son siempre las mismas y no le importan a nadie. 

la mujer pelo de paja mastica y anota. hace ruidos desagradables. 

un abogado (gordito, peronista) terminó la botella de coca light y
¡chau!
se cansó y se retiró de la sala a su oficina con una excusa, la computadora, algo así.

antes quiso mostrarle a la otra mujer que está en la sala (pelo castaño, desordenado) las fotos del cadáver en descomposición de santiago maldonado. la mujer lo rechazó: no quiero ver muertos, dijo ¿para qué?

desde la pantalla de un televisor cinco o seis personas contestan las preguntas del director. se superponen y no se escucha bien lo que dicen. tampoco saben bien qué responder. 

la mujer (la que no mastica chicle) se aburre irremediablemente: trabaja en otro tema durante la reunión: la estimación de pérdidas millonarias de un negocio pésimo. 

galapagos islands.

el director aprieta el botón para silenciar la videoconferencia. le pregunta a la mujer que se aburre si puede hacerle el favor de verificar si los precios internacionales son los correctos. también le pregunta otras cosas que ella contesta como si supiera. sonríe y mira al hombre a los ojos para que él no se de cuenta de que  no está prestando atención. 

sigue una discusión sobre la mejor manera de calcular la contribución marginal de los combustibles. 

la mujer de pelo de paja no participa porque no entiende nada.

la mujer del pelo desordenado (la que sonríe para aparentar) habla de las alternativas de la gasolina, de la planta de isopentano y de los costos del gas. se mira las manos de uñas cortas y venas marcadas. 

la reunión termina. 

exeunt.




81.

tengo hambre.

martes, octubre 17, 2017

80.

corrí 6k.

los últimos 5 kilómetros fueron una tortura bajo el perfume de los tilos.

y el parque como el fin del mundo.

lunes, octubre 16, 2017

79.

la casa está sola y estoy sola en la casa y el piano ya no me soporta. hay sol en el balcón.
me molestan las piernas de andar en bicicleta el sábado y hoy pienso ir a correr para que luego me molesten más el martes.

en irlanda están todos encerrados esperando que pase el huracán y yo les mando música grabada para acompañar a papá y las hermanas que hacen bromas con los árboles que se caen y las provisiones que sólo alcanzarán... para cuántos días?

fue el día de la madre ayer. recibí flores.

me corté el pelo pero está igual que antes.

grabé mil veces bach. lo malo: ninguna me gustó. lo bueno: me obliga a seguir buscando.

ahora que todos se fueron me pongo en este otro teclado negro y blanco (justo cuando puedo tocar sin molestar a nadie: anoche eran las 12 30 y lucas me pedía encarecidamente que por favor dejara el piano de una buena vez, no, no un ratito más, un ratito más)

ahora que estoy sola, me quedo en silencio.

sucedió hace siglos y faltan siglos. qué largo es el tiempo a veces.

compré unos libros viejos sobre pintores del pre renacimiento italiano porque ya hay demasiados libros en casa sobre miguel ángel y leonardo o incluso caravaggio, pero de estos que pintaban al niño  jesus con cara de anciano no había en mi biblioteca y son muy divertidos de mirar.


sábado, octubre 14, 2017

78.

la posición de las manos de la bailarina clásica, livianas pero en una línea con los brazos, los dedos pulgar y mayor enfrentados, el índice apenas se levanta por encima como si quisiera irse pero no.

esa forma de poner las manos, tantas veces ensayada y que se ve absolutamente natural y fluida, las manos como pájaros que no pueden volar demasiado lejos, la bailarina de tango la desconoce porque las suyas están ocupadas: en la mano del compañero la derecha, sobre la espalda la izquierda y cuando por alguna situación coreográfica se sueltan... muchas veces no saben qué hacer.

están perdidas.

viernes, octubre 13, 2017

77.

no salí a almorzar me duele la espalda no me moví esta semana necesito bailar y eso en cualquier orden además me siento pequeña, absurda e insignificante, de repente, perdí todos mis poderes, pienso que también me da un poco de miedo la posibilidad de que se diluya mi poderío económico que al fin y al cabo es el único que puedo esgrimir: comprar un piano, pagar un viaje, ser independiente, sí voy a terminar la sonata de beethoven y me voy a cortar el pelo y no sé qué más (volveré a escribir. es una pregunta). me gustaría saber cómo se siente el poder de ostentar una belleza física apabullante y no la simple fuerza de mi naturalidad que pierde encanto con el tiempo no es el día hoy quizás porque trabajé sin parar, debí concentrarme y más o menos pude, la espalda dice "hola", podría retomar la práctica de yoga en las semanas venideras, intento retomar la práctica del sueño: voy temprano a la cama, sigo despertándome en la madrugada, no pagué las cuentas que me pidió papá, no le dije a t. que no pienso viajar a hawai en marzo, el año pasado a esta altura caminaba en ny y lloraba de tristeza por cosas horribles y ahora estoy bien pero tengo miedo, un poco, o mucho, no quiero necesitar nada de nadie.

no quiero necesitar nada de nadie. 

no quiero necesitar nada. 

no quiero necesitar. 

no quiero. 

no. 

jueves, octubre 12, 2017

76.

salgo de casa dos veces. vuelvo a entrar. olvidé algo. qué. olvidé tomar la medicación.

duermo más horas: a las once estoy en la cama con un libro y enseguida me desvanezco, no pude seguir tocando el piano anoche, ni anteanoche, estaba muy cansada. me había propuesto dejar lista para trabajar la sonata 15 de beethoven en dos meses pero no sé. tal vez sea demasiado. me distraigo con otras cosas (arvo part, otra sonata, la número 32, beatles).

es mi modus vivendi: siempre estar distraida con cosas, nunca saber cuál es el centro.

¿nuca querer saber cuál es el centro?

toco bach todos los días, la suite francesa en mi bemol mayor. quiero completarla toda. ya la leí. pero hay que estudiar. la giga es difícil. el resto no. tengo un número sólo de memoria. uno y medio bah. lo puedo hacer con los ojos cerrados. me gusta repetirlo miles de veces. como rezar un rosario. algunas concentrada en cada sonido. otras sin prestar atención a lo que estoy tocando mientras pienso en otra cosa. me gusta tocar y dejar que los pensamientos fluyan al mismo tiempo. va en detrimento de la música, por supuesto. pero está bien como ejercicio mental. o no. no sé bien. quizás es porque todavía no decidí bien por qué quiero tocar el piano. o para qué. sólo sé que quiero hacerlo. y que hay una necesariedad, una inevitabilidad en eso. no es un ímpetu mío solamente, nos es uno más de mis desbordes de energía. siento que es algo más importante, más antiguo, algo que se había dormido o había quedado latente.

¿será? ¿y si me equivocara?

en el trabajo me volví (por la fuerza) más diligente aunque no me interesa en particular. escribo respuestas en inglés a socios japoneses para que alguien las envíe a ecuador. es algo tan desgraciado, no por infeliz, sino por falta de gracia. no es nada. cumplir con cosas que no son nada. aunque, como siempre: sí quiero los fines que el dinero puedo alcanzar.

entre texto y texto escucho de nuevo las sinfonías de beethoven que no tengo tan presentes: la tercera, la octava, la cuarta y la sexta. cinco, siete y nueve las sé de memoria.

las dos primeras ni idea. deben ser muy haydn.

...

no anda bien el si bemol central del piano [notar que ya no hablo de mi falso piano, ahora es uno verdadero. cuántas otras cosas serán verdaderas]. hace una vibración extraña, como una lata en la cuerda. tengo que llamar al afinador.

...

qué hacer con los afectos. con la ampolla de los afectos.

miércoles, octubre 11, 2017

75.

durante esa pequeña y dulce ceremonia del café (el que voy a dejar por la mitad porque, ya te diste cuenta, nunca termino mi café), ese recibimiento que sin querer fue inventado para mí, para que de a poco el corazón se calme cuando viene de la calle agitado sin una razón aparente (pero la hay) y llega a ese rincón de la ciudad donde soy (me siento) esperada, decía, durante los rituales del café hablamos de prévert (te hablo y repito los versos que recuerdo de dejeuner du matin)

il a mis le café dans la tasse.

cómo es que no lo conocés. 
te digo: ese poema, lo sabe todo el mundo. 

avec la petite cuillere il a tourné...
sans me parler sans me regarder... 

no, no lo conozco. 

(y me asombro, porque no entra en mi cabeza que no conozcas algo. para mí sabés todo, de una manera indescifrable que no puedo explicar aunque tengo la certeza: él sabe.  y no se trata de un saber erudito sino de algo mucho más profundo más ligado a una capacidad natural de comprender, tu voluntad de comprender y no tanto a la adquisición de conocimientos mediante los procesos de aprehensión de tu inteligencia inquieta o tu curiosidad que, por supuesto, también me asombran y me deslumbran un poco)

te cuento que ese poema lo aprendí cuando aprendí francés, en la escuela. cómo es que no te lo enseñaron?

de nuevo: todo el mundo lo conoce. 

il a mis le sucre dans le café au lait.  

el café queda ahí, se enfría, irremediablemente, sin que llegue a terminarlo. después hay más intercambios, libros, partituras, música y cosas de otras índoles.

Il a bu le café au lait
Et il a reposé la tasse
Sans me parler
Il a allumé
Une cigarette
Il a fait des ronds
Avec la fumée
Il a mis les cendres
Dans le cendrier
Sans me parler
Sans me regarder
Il s'est levé
Il a mis
Son chapeau sur sa tête 
Il a mis
Son manteau de pluie
Parce qu'il pleuvait
Et il est parti
Sous la pluie
Sans une parole
Sans me regarder
Et moi j'ai pris
Ma tête dans ma main
Et j'ai pleuré.

viernes, octubre 06, 2017

71 - 74

sigo
hablándote
aún
en el silencio:
de Dios
de monsieur croche
del piano


miércoles, octubre 04, 2017

73.

hablo por teléfono varias veces al día con un ecuatoriano llamado ángel. 
no sé si nos entendemos. pero la conversación es amable. 
y aburrida. 

martes, octubre 03, 2017

72.

no cumpleaños (mío).

gabriel fauré. no sé por qué hoy se me ocurrió que tenía que escuchar cosas de fauré aunque no tuviera idea de qué cosas.

...

todos los días llego tarde, el sueño atrasado.

grabé libertango para ver si cambió respecto de hace un mes o dos. sí cambió. es decir. cambié (lo había dejado en reposo por un rato). recién ahora estoy para "trabajar". cuánto tiempo llevan estas cosas. grabarse está bien. es como escuchar a otro. uno se da cuenta de todos los errores de los que no se puede enterar (o no se quiere enterar) mientras está tocando. porque a veces tenemos un sonido, un efecto en la cabeza y pensamos que lo estamos produciendo o logrando (por el hecho de haberlo pensado, de haberlo imaginado o tener una idea de eso a donde queremos llegar) pero en realidad no. autopercibirse es difícil: hay que pasar por las distorsiones del yo. al despegar el acto de escuchar del acto de producir el sonido y separarlos en el tiempo emergen todos los problemas porque uno puede concentrarse en una sola tarea: la de escuchar, que es tan importante.