domingo, octubre 05, 2014

lisbon story

a todo esto fuimos a europa. volvimos de europa.

portugal es tierra verde y arbolada. recorrimos el valle del duero, las colinas de sintra, las playas del algarve, bebimos vinos verdes, oscuros, rosados. vimos el océano atlántico del lado de atrás. escuchamos hablar portugués como nunca antes, en un susurro, como un secreto que no debe ser dicho en voz alta. subimos escaleras arriba. bajamos escaleras abajo porque lisboa es una escalera continua de esas que no van a ninguna parte y tiene un río enorme como un mar y puentes bellos que lo cruzan. un puente rojo, un puente blanco.

lisboa es una escalera con un castillo gigantesco en el final y lleno de brisas oceánicas. lisboa es el aroma del café y los pasteles de nata, el pao de ló, el calor y la humedad de un verano que se niega a retirarse al sur. lisboa es los fantasmas de los edificios abandonados, las mujeres durmiendo en la puerta de las casas de la alfama porque adentro es demasiado oscuro, demasiado pobre, mientras que en las calles angostísimas por lo menos se adivina el cielo, se adivina el mar que está detrás de ese laberinto de locos donde es imposible no perderse.

...

en un pueblo llamado tomar, compro unos discos de guitarras portuguesas y de fado. la mujer que atiende me da una clase de cómo usar el gerundio que en realidad no se usa. también me cuenta que "madredeus" ya no cantan juntos.