no quiero dejar de decir que me puse a escuchar a john coltrane y de repente recuerdo que me recontra embola la estridencia del metal y el caos y toda esa paja del jazz y la batería como mil metrónomos eloquecidos, melodías desquiciadas [bocinas en un embotellamiento] que sólo les gusta a los que lo tocan y dejan a los de afuera, afuera.
por eso me gustó chet baker.
es más amoroso. además le pone algo a la trompeta, una sordina, algo que modera los estrépitos, que produce un sonido menos penetrante.
más una caricia que un aturdimiento.
lo saqué a coltrane. no aguanté más de 10 minutos.
...
mañana habré olvidado todo.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home