70.
puedo intentar ser menos grosera. debe sonar horrible mi forma de hablar. me doy cuenta cuando escucho a otras personas decir palabrotas y pienso: qué espanto. y luego: pero si yo hablo así. o peor.
puedo intentar ser menos grosera. debe sonar horrible mi forma de hablar. me doy cuenta cuando escucho a otras personas decir palabrotas y pienso: qué espanto. y luego: pero si yo hablo así. o peor.
siempre me olvido que hoy es el día que mamá dejó de ser físicamente. hasta que en algún lado veo escrito lo que alguno de mis hermanos dice para recordarla, las fotos que publican de una mamá que tiene la edad que yo tengo ahora, sonriendo feliz, abrazando a teresita o más joven aún, besando a pache. me pregunto ¿cómo puede ser que se me pase así?
no siento angustia
[seeker. hiromi uheara]
me olvido de tomar las pastillitas.
steinway & sons grand.
pensé que no iba a conseguir piano hoy. el del conservatorio sólo está libre los lunes al mediodía [pequeña desgracia]
en un cuaderno de mamá:
estoy sentada en la barra del bar inglés. el piano suena ininterrumpidamente, monótono, maquinal, café la humedad y balada para un loco son iguales a yesterday, alfonsina y el mar es igual a la canción de disney de la bella y la bestia, garganta con arena, volver, adios nonino y she son la misma cosa, el tipo no toca mal, de hecho es admirable que lo haga sin parar, de memoria, una pieza tras otra, en una continuidad fabril, como en una línea de producción fordiana.
no pude ir al conservatorio porque m. reclama cosas de Ecuador que por supuesto no estaban terminadas. pensar que hace un año moría de ganas por recibir mails y llamados de m, que me pidiera cosas.
me duele el cuerpo de no dormir y de jugar a la casa nueva y no saber bien cómo y de extrañar a Lucas que no viene y qué le pasa a este chico con todos esos exámenes y la mudanza, R. que a toda costa quiere hacer conexiones, entonces le digo que venga cuando quiera y haga porque aún falta mucho para terminar de organizar este orden nuevo que todos estamos tratando de entender, pensé que en dos o tres días, resueltas las cuestiones de índole práctica (desarmar cajas, asignar las cosas y sus espacios, tomar pequeñas decisiones) lo demás se acomodaba pero estoy de malhumor y con la sensibilidad [eufemismo por irritabilidad] a flor de piel, a lo mejor son las hormonas que tampoco ayudan, no tengo paciencia --ezequiel me sufre estoico--y no le hice caso al psiquiatra con el asunto del refuerzo de las pildoritas xx "por si estás muy nerviosa con la mudanza". no estoy nerviosa dije.
el momento de la transición entre el lugar que dejamos y ese hacia donde vamos, qué agotador. siento el cuerpo como si no me perteneciera.