Soneto con Mosquitos
atacan los mosquitos en las noches
abiertas del verano caluroso.
no hay forma de zafar de este derroche
de vida y salvajismo presuroso
entonces lo mejor es entregarse
dejar la sangre tibia abandonada
que pinchen donde quieran: no inmutarse
al fin que el animal clave su espada
así naturaleza hace sus juegos
a los que con destreza nos somete
nos queman esas ronchas como un fuego
que no se apaga, cruje y arremete
¡auxilio! sálvenme de este suplicio
quiero que se termine ya el solsticio
Etiquetas: soneto
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