de caucho corrí 6.68 km. mucha agua rodó cuesta abajo por el río de mi cuerpo y muchas otras cosas dije ayer --de las que me había prometido jamás referir-- y la sensación se me hizo como de melancolía un poco y de
ahora nos une un secreto otro poco. pero no todo fue dado a conocer, siempre debe quedar un resquicio de misterio no importa si cierto o inventado, pero misterio al fin que alimente las curiosidades y malhabladurías o fantaseamientos ajenos.
acá en este lugar quedan menos gentes cada día, desde las personas que fueron "
desvinculadas" (eufemismo si los hay) hasta los jubilados que han dejado tanto de su tiempo entre estos vidrios. todos se van yendo y me recuerdan épocas de despedidas como cuando se fue irene y corrí hasta el ascensor y no sé bien si la acompañé abajo o me quedé mirándo cómo se iba, o como cuando por las calles de madrid con maría dijimos "terminemos con la farsa" y nos abrazamos y luego cada una caminó por su calle perpendicular a la de la otra como para que nadie pudiera darse vuelta y espiar la partida con los ojos llenos de lágrimas. o como el último día de roxana, en el que que huí precipitada para no tener que despedirla y me persiguió y me dio un regalo que no me esperaba.
...
hoy sería muy feliz poder bailar un tango.
...
con intermitencia leo a pd james. me gusta su realismo oloroso a café caliente y que siempre se mueran dos o más personas y que nunca entiendo bien cómo se develaron los misterios ni cómo fue que ése era el asesino y no otro. (no porque las novelas estén mal ploteadas sino porque la lectora, es decir yo, es extremadamente poco sagaz).