el impostor

abandoné el régimen carcelario por un rato y para aventurarme en las calles de palermo. la semana pasada fue en san telmo: la presentación del disco de un sexteto de tango de la que salí despavorida cuando me cansé de esperar que se prendiera fuego el escenario. la música era buena, original. los músicos también. simplemente había algo que no terminaba de materializarse. hoy en cambio fue diferente (por suerte porque me costó mucho salir de casa, cada movimiento que hago en estos días está cronogramado con absoluta precisión). 

la big band se llama artistry: una formación completa de brasses, saxos y sección rítmica que vienen tocando juntos desde hace ocho años según dijeron y casi no cabían en el escenario. creo que la cantidad de público apenas sobrepasaba la cantidad de músicos. me senté en una mesa de las de "atrás" (aunque "atrás" no era muy lejos de "adelante") y como ya había comido en casa solo pedí una copa de vino blanco y me dediqué a escuchar y anotar los nombres de los temas que se iban sucediendo.

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la semana que viene tocamos con la big band en un lugar (otro) en palermo y yo todavía pienso en eso como si se tratara de otra persona y otra big band y no fuera realmente verdad que formo parte de "ese" grupo de músicos. la otra semana hay una fecha programada en la casa de la cultura con la orquesta de tango sin director y conmigo como única pianista en una formación de 20 músicos. también me resulta extraordinario.