y no te alcanza.
qué poco dura el amor. salí a correr anoche, después de siglos o después de dos años que es más o menos lo mismo. las piernas me alcanzarons sólo para dos kilómetros y fue necesario interrumpir porque el calor era demasiado, el aire era demasiado poco y los pensamientos (míos) iban más rápido que los pies (míos). el parque redondo estaba en el lugar de siempre con los mismos árboles cargados de flores, las mismas rejas verdes y la basura repartida equitativamente en todas y cada una de las veredas.
en estos días siento que estoy un poco más liviana y no es metafórico: la fiebre y la gripe y el cansancio relegaron al hambre y dejé de comer como un adolescente desbocado y otro tanto esta ansiedad patética que apareció de repente como si fuera posible otra vez. qué.
no sé qué.
hubo un instante, una palabra. "boba"
¿fue eso?
o "sos tremenda".
o una serie de valoraciones acerca de mi aún no encontrada manera de hacer música. quizás el escuchar "su" manera incendiaria de hacer música. o la profusión de mis manifestaciones y entonces "te gusta elogiarme"
touchée.
(me gusta hablar de lo que me gusta).
un planeta que se aloja en otra galaxia porque la distancia generacional es infinita y sin embargo todo parece tan cercano. hola jime. y ahora silencio. y el recuerdo doloroso de cuánto sufrí con otros silencios. me hacés volver a la escritura cuando estoy tan llena de música, cuando parecía que escribir ya no era necesario.
tomás el bondi a la vuelta de villa malcom que te deja en una parada a mitad de cuadra y caminás hacia la esquina esperás el semásforo y no te animás a mirar hacia adentro de la ventanilla porque no querés que vean que estás viendo.