viernes, enero 17, 2020

anástrofe

quiero dormir todo el día. no es una necesidad física. es una necesidad psíquica. el deseo ferviente de no estar/no ser por un momento: es decir, ser en ausencia. no sentir. dejar de percibir. en el sueño profundo queremos olvidar los acicates de la vigilia. y es un engaño porque ahí cuando dormimos aparecen con más fuerza las pulsiones que creíamos desbaratadas.

como decía shakespeare en el soneto "by night my mind, for thee and for myself no quiet find"

miento. la realidad es que el deseo me abandonó antes de querer vivir dormida. y es porque siento su desaparición que con él quiero irme yo.

¿cómo es eso? giacometti y la materialización del vacío. había un librito de sartre sobre el tema.

entonces cuando voy a la baño me quedo sentada con los codos sobre las rodillas, la cara en las manos, mirando la pared como si fuera un horizonte, sin pensar en nada en particular que no es nunca una verdadera nada --los pensamientos discurren de todas maneras--. en esa posición sostenida como en un pedestal, el tiempo pasa y no sé cuánto es esa condición de posibilidad de la existencia que transcurre (la cantidad de tiempo tiene siempre una medida incierta).

alguien dice, por ejemplo, "vuelvo en un rato" y ¿cómo estimar cuándo será ese momento en que se cumpla el rato y la persona reaparezca, es decir, vuelva?

...

atiendo llamados y reuniones y no atiendo otras cosas.
y estuve sin tocar el piano. 

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