miércoles, octubre 09, 2019

dublin music cafe

contactar a los del café arreglar el horario llevar el pseudo piano en un taxi ir a comprar un cable mirar para otro lado cuando los muchachos del lugar hiceiron malabares para subir el teclado al entrepiso del bar trepar las escaleritas tocar un par de tangos cuando me lo pidieron como si fuera algo que hago siempre para probar el sonido confirmar con "la cantante" tomar el café y el pain au chocolat sin pagarlos porque no nos pagan escuchar las canciones (sobre todo las que no me gustan tanto o nuna me ocupé de enamorarme de ellas, las zambas) en busca de inspiración ir a algún lado a bucar un piano para tocar un poco durante la mañana porque el otro quedó en el dublín music café a pasar la noche son cosas que no estaban previstas. 

lo que estaba previsto era lo del lunes (aunque el silencio sacramental que se produjo cuando p. cantó chiquilín, esa quietud de oficio religioso, tampoco hubiera imaginado nunca que iba a ser posible durante un acontecimiento músical del que yo fuera partícipe). 

todo lo demás no.