martes, septiembre 10, 2019

walking bach

otras de las razones por las que me entregué a la tarea de tocar bach de manera ininterrumpida y obsesiva fue porque necesitaba entender todo ese asunto del walking bass.

en primer lugar comencé por escuchar jazz y a bucar pianistas que hiceran cositas con la mano izquierda. me refiero a cositas parecidas a lo que haría el contrabajista (encontré a lennie tristano). eso que se escucha tan natural que cuando uno lo quiere reproducir intuitivamente parece IMPOSIBLE.

después como una tonta terminé dándome cuenta de que todo el desarrollo del uso de los bajos en el jazz y en la música en general (que en los siglos XVIII y XIX no sé dónde fue a parar), es decir, el asunto del bajo continuo viene de... sí. del siglo XVII. recordé también una conversación acerca de la profesión de los continuistas, que en francia hay toda una especialización en esa materia en el conservatorio de paris, etc.

fue así como pensé que profundizar el estudio de las invenciones de bach iba a ser bueno no solo para mi alma, mi sensibilidad y todas esas pavadas sino que también para mi mano izquierda y para (intentar) comprender cómo se construye una línea horizontal de bajo.

mi experiencia porr el momento es que me resulta muy difícil dejar de pensar las líneas verticales de la armonía (que aunque no las veamos están SIEMPRE, como el sol y las estrellas en un cielo nublado) y enfocarme en la contrucción horizontal, más cuando la melodía principal ya la inventó otro --para qué molestarse con todo ese asunto del contrapunto--. no obstante pude hacerlo con alguno (creo que UNO solo) de los tangos.

no sé si entendí todavía.

pero en eso estoy.

...

se puede armonizar un tango malísimo con algo como lo que hace lizt en su wiegenlied para piano y listo.
queda mejor.