domingo, septiembre 29, 2019

domingo 4 am

los sapitos de la madrugada.
una canilla que gotea.

me despierto todas las noches a esta hora como si algo dentro mío esperara una revelación o por lo menos una información aclaratoria.

o como si hubiera determinadas respuestas que sólo pueden darse pasadas las 4 y media de la mañana. 

sé que estaba soñando (nunca no sueño) pero mi estado de alerta general no permite que recuerde qué era lo que ocupaba el devenir de mi inconsciente, ni con quién ni cuándo o dónde.

las gotas de la canilla van completando los minutos hasta que además de los sapitos nocturnos empiezan a escucharse los primeros cantos de los pájaros. 

entonces me doy cuenta de que:

1.no hay respuestas para todo
2.es demasiado tarde y estoy despierta (y me desespero un poco)
3.es demasiado temprano y estoy despierta (y me desespero otro poco)

decido volver a la cama.