viernes, junio 14, 2019

caminar en la niebla sin rumbo. tres cuatro kilómetros. la clase de tango suspendida. la humedad suspendida en el aire. yo suspendida porque al parecer todavía no he podido librarme de ciertas emociones.

uno nunca se libera de eso que siente justamente porque no lo elije. es absurda esa idea de claro, sí, hay que dejar partir, soltar y todas esas estupideces mandatorias que obligan a uno a andar más liviano por la vida, libre de las ataduras del afecto que, aclaro, no son obligatorias, uno no se liga a otra persona como quien se obliga en un contrato. uno quiere, desea compartir, ser, transcurrir con el otro. no deja su libertad a un lado. lo hace dentro de esa libertad. el otro puede no querer. ¿por qué debo aceptar con alegría que alguien no me quiera?

puedo aceptarlo.

pero no puedo estar contenta por eso.

puedo evitar ser ignorada.

pero no puedo evitar sentirme triste por eso.

0 Comments:

Publicar un comentario

<< Home