viernes, mayo 17, 2019

cuarenta y siete

en la milonga hay pocas mujeres entonces se baila mucho. aparece ese tipo alto y de ojos claros que siempre me habla de finanzas y me mira como si se estuviera riendo de algo o como si compartiéramos alguna anécdota de la adolescencia que sólo nosotros sabemos. nunca recuerdo cómo se llama. en un momento me doy cuenta justamente de que no sé su nombre y pienso, cuando vualva a la mesa voy a preguntarle. después decido que no, que mejor no saber el nombre de las personas. mejor no saber nada de las personas porque la realidad es que jamás vamos a saber nada de las personas aunque creamos que sabemos mucho. entonces para qué. 

no me hagas perder el tiempo. 

no pierdas tu tiempo. 

...

el tango que no salía, ese que no arrancaba de ninguna forma (y que en el ensayo de hace un mes había estado perfecto, sin fisuras)... me preguntaste si tenía alguna relación con una persona en particular. te dije que no. mentí. 

el tango era "la última cita" de agustín bardi. 

pasó 
la sombra cruel de una duda,
y en el romance de amor
clavó el dolor
su zarpa ruda...


0 Comments:

Publicar un comentario

<< Home