viernes, abril 05, 2019

treinta y seis

sí. sí. un brutal acicate. ahí. sin poder resolver. 

hablamos durante horas. como las personas que se ven cada 20 años. siento pena de irme. en la conversación el asunto de la familia. éramos 4. mi hermano se suicidó. no lo dice así. 
dice: en 2012 mi hermano mayor se pegó un tiro. 
lo abrazo con la mirada. no atino a hacer otra cosa. 
los matrimonios. también hablamos sobre los matrimonios. y lo que pasa fuera de los matrimonios y lo que no pasa adentro. "la gente garcha poco".

¿ustedes? preguntola falta de deseo. no peleamos pero ni un beso quiero darle (tampoco lo dice así). 

las bibliotecas crecen a ritmo cambiante. pero crecen siempre. nunca se achican. y mueren con sus dueños. eso ya lo dijimos en otras oportunidades (acá o por ahí, no importa). 

a veces se duerme el deseo. pero no muere. o cambia de objeto. tengo aún una cantidad de deseo lo suficientemente grande como para no poder partir en paz; parecida a una piedra de esas que les encadenan a los presos a los tobillos: me quiero ir y cuando empiezo a ejercer un movimiento en apariencia liberador, me quedo en el lugar, parada, sin poder avanzar hacia ninguna parte. 

ya va a cambiar y voy a ser libre (somos libres, no lo sabías, pero ser libre da miedo: aunque nos engañemos "no tengo que dar explicaciones, soy libre" no es cierto: dar o no explicaciones no define nada). 

hacé lo que tengas que hacer, digo cuando nos despedimos. como si lo estuviera habilitando a algo que él cree que decidió pero en el fondo no se permite. 

ahora. a esta hora. no hay de que hablar. las cosas que quería contar no le interesan a nadie. 


0 Comments:

Publicar un comentario

<< Home