planché el vestido rojo.
e. me necesita mucho aún, a pesar de su malhumor adolescente y la consabida indiferencia para con sus progenitores.
no aguanté más mi pelo largo y lo ajustcié con una tijera por mis propios medios.
en la milonga explico las razones por las que dejé de bailar tango: por el piano. miento. las razones son exactamente las mismas que me llevaron a salir jueves, sábado, lunes.
¿cuánta eternidad hay en una noche?
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home