jueves, febrero 08, 2018

en la sangre

el uso del indirecto libre en la novela de Cambaceres me parece absolutamente moderno. no tenía idea de que a finales del siglo xix hubiera escritores que tuvieran tal dominio de ese recurso.

Genaro es patético: un manipulador con todas las letras, el clásico hijo de puta que jamás se siente responsable por nada. todo lo malo le pasa a él: las desgracias, las privaciones, las ofensas. la felicidad siempre camina por la vereda por donde van los otros. a él sólo le es dado observarla desde los márgenes oscuros de su existencia, donde urde, constante, locos planes de evasión.

lo que no le voy a perdonar a Cambaceres es el hecho de atribuirle la condición de miserable y malvado a su nacimiento (Genaro es hijo de inmigrantes pobres, fruto del caldo de cultivo de los conventillos), como si la maldad y la miseria humanas fueran privativas de una sola clase social. creo que de algún modo les niega su carácter de universales. aunque hay algo verdadero en su resentimiento. en el de Genaro. por el contrario, estoy convencida de que ese resentimiento no es universal.

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