miércoles, diciembre 27, 2017

la légende du pays aux oiseaux

la navidad es una familia reunida en torno a una mesa, el ajetreo desacompasado de platos y cubiertos, la comida en cantidades absurdas, como para que nadie dude de que acá no se necesita nada: entonces todos preparan algo que, se sabe, sobrará, fuentes y fuentes de alimentos de los que luego hay que disponer de alguna forma.

la navidad es el bote gastado y a la deriva de las discusiones entre las personas respecto de dónde, cómo, cuándo, qué comemos (¿importa? ¿no es lo mismo comer lo que se come todos los días?), quién trae qué cosa, qué bebemos, dónde, en lo de mi papá, no, en lo de tu mamá, tampoco, en lo del primo x, en lo de la tía z (ya no hay tías viejas en esta familia), qué comemos, qué compramos de todo eso que a nadie le interesa comprar, y más qué comemos. es la alegría de los chiquitos que aún creen que papá noel existe y el tedio mal disimulado de los que preferían ir a dormir temprano, qué comemos y luego: para qué tanta comida y qué comemos y qué te regalaron.

la navidad es extrañar a mis hermanas que están lejos y a mamá. es saber que mis hijos ya no son pequeños y que ya no les importa si papá noel existe y salir corriendo a comprar y armar un arbolito mínimo en la casa nueva que nos junte un poco porque siento que nuestra familia se dispersa, que los chicos ya no me necesitan y que no tengo expectativas respecto de mi matrimonio porque cuando tuve muchas y pedí y hablé y discutimos qué comemos, dónde vamos, qué colegio, dónde son las vacaciones, cuál el viaje y cuando quise explicarte no pudiste escucharme o no entediste y lo dije claramente: quiero esto, acompañame acá (nunca, no alcanza solamente con la cercanía y el entendimiento físico) entonces la bandera de mi independencia y yo, flameando pero: mi falsa independencia en realidad porque en el fondo necesito otro para ser también, ser es ser percibido, esperado.

no es verdad el cuento ese de que yo me basto. o no lo es todo el tiempo. a pesar de que soy lo único que verdaderamente tengo.

yo misma.

....

jean constantin. pianola.
ne pas oublier. 

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