viernes, diciembre 15, 2017

la fiesta de anoche

no era mi fiesta.

en la puerta, mientras fumo un cigarrillo, me pongo a hablar con una chica: una de las abogadas nuevas. es de esa gente que entra dentro de la categoría universalmente aceptada como "linda": ojos verdes de mirada un poco lánguida, pestañas largas, dientes blancos y sonrisa enorme, pelo cayendo en cascada por debajo de los hombros, rubia, delgada, prolija. las manos arregladas y un vestido gris o negro, corto. tacos. fuma también y tiene la voz un poco quebrada. yo fui a la fiesta con la misma ropa con la que anduve transpirando todo el día. medio despeinada, las uñas sin pintar, cortas, los dedos con lastimaduras. le pregunté a la chica dónde trabajaba porque no nunca la había visto en el piso de legales. después de decir eso me di cuenta de que era una estupidez: de alguna manera estaba reconociendo su belleza "cómo no te vi con lo llamativa que sos" o algo así. además de qué importancia tiene (ninguna) que la haya visto o no antes. mientras hablábamos salió uno de los chicos sub-40 de la misma categoría "lindo". pelo castaño, ojos color miel, pecas, sonrisa, boca besable, esas cosas. tal vez demasiado lindo o demasiado blanco. nos saludamos y le pregunté si se quedaba en la empresa o se iba por lo de la venta, me quedo, contestó, yo también, conversamos sobre nada y después de un rato se hizo una suerte de falso silencio en el que ellos (la chica y él) comenzaron a hablar en voz baja y yo no escuchaba bien qué se decían y me di cuenta de que había algo entre la chica rubia y el tipo lindo de de las pecas entonces me aparté un poco, como simulando que no quería tirar el humo del cigarrillo para el otro lado y al instante me dan un beso que estén bien, les digo, y se van juntos y yo apago mi cigarrillo y voy en la dirección opuesta a buscar un taxi que me lleve a casa. 


Je voulais paraître fragile
Pour qu'on me berce rien qu'un peu
Mais le jeu est trop difficile
Fragile? Non, je ne le peux

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