domingo, abril 16, 2017

soñé que al fondo de la casa nueva había unas escaleras de mármol de carrara con barandas negras de hierro forjado. escaleras de servicio, como las que hay en el palacio errázuriz. de esas que unen pisos, habitaciones y secretos en su descenso de piedra. como las escaleras por las que huyen los adúlteros y los asesinos.

también soñé que en el descanso de la escalera, justo al lado de la puerta de salida y ubicada en la cima de una suerte de... ¿altar? había una heladera blanca, antigua, marca siam. era una heladera que no había visto en el momento de comprar el departamento. no obstante no me sorprendió del todo su presencia ahí: la tomé con la naturalidad resignada con la que se acepta todo lo absurdo que acontece en un sueño. supuse que debía guardar algo importante y por eso estaba ahí puesta "en alto". entonces sucedió la catástrofe: en un descuido de mi parte, supongo que al querer abrirla, la heladera se tambaleó, rebotó en el piso del descanso y luego se deslizó escaleras abajo sin que nada pudiera hacer para detenerla (como cuando el psicólogo me dijo, aquella vez, vos soltás la monedita y luego. y luego qué). desesperada entré a la casa y llamé por teléfono no sé a quién, a un vecino, al portero del edificio, a equis. llamé y dije: señor x, esto es una emergencia: hay una heladera cayendo escaleras abajo y es peligroso, alguien podría salir lastimado. por favor deténgala.

auxilio.

nadie respondió, por supuesto.

bajé corriendo como una cenicienta enloquecida, saltando escalones, tomándome del hierro negro cada tanto para no desbarrancar del todo,  hasta que llegué a un hall en la planta baja del edificio.

encontré gente (creo que trabajando) y pregunté si habían visto a la heladera y una mujer se acercó a mí y me dijo sí, sí, claro que la vimos. aquí está, ¿era suya?. me condujo hasta ella y me la mostró. yo comprobé que era mucho más pequeña e insignificante de lo que me había parecido cuando estaba en el altar y que no se había golpeado ni abollado en su precipitado descenso. después la abrí y vi que estaba vacía y hueca y limpia. quise llevarla de nuevo a casa. supongo que habré dicho unas cuantas estupideces, de esas cosas sin sentido que se dicen en las situaciones sin sentido y no sé qué pasó luego porque así son los sueños: absurdos, disruptivos, ridículos.

...

por qué sueño con catástrofes.

tuve otra pesadilla. había asesinatos, encubrimientos  y culpas shakespeareanas.

el horror del inconsciente no nos abandona nunca.

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