sábado, julio 02, 2016

llueve sinfónicamente

en la madrugada me deseperté soñando con vos pero no recuerdo qué. estoy harta de soñar con vos y no saber qué. aunque quizás prefiero así. no saber. hasta que desaparezca del todo. hasta que el tiempo borre las palabras y te borre a vos para siempre como hacés cuando te asustás de la posibilidad de establecer un vínculo afectivo y cerrás todas las puertas con candado.

un compromiso emocional es caro. 

pero a veces.

a veces [son tus siclos sexuales] se te pasa el susto y volvés del fondo de la nada con alguna excusa banal, como el reloj, lo tengo todavía --un rehén mínimo, insignificante-- decime vos qué hago. decime vos qué hago. pedís instrucciones como si las quisieras. fingís que necesitás instrucciones. lo peor es que no pude decirte que te lo metieras en el orto.

metete el reloj en el orto. 

y cuando veo tu mensaje [todavía] se me para el corazón y [todavía] me duele el pecho y me da bronca que me hayas dejado sola pinchándome los brazos, llorando por ahí.

cómo pude dejar que me trataras tan espantosamente mal. vos: no me calentés la pija. y yo traduzco: claridad y contundencia. porque aún me dejo tratar mal. aún permito que, por ejemplo, alguien (eso fue en casa) me diga si no tengo ganas: por qué no te tomás la pastillita. y ahora lo pienso y lo recuerdo claramente y me parece horrible. pero no dije nada. como una vez en la milonga, me estaba abrochando los zapatos y un pelotudo [un señor grande] me pone una mano en la cabeza al saludarme, hola nena, presionando un poco, y no le dije nada, sigue caminando, y yo helada ahí, entre la hebilla de los zapatos y el insulto.

jamás se me ocurriría a mí: "por qué no te tomás la pastillita"."metete el reloj en el orto".
a mi me sale: indicame, si te parece, por dónde paso a buscarlo.

me sacaste toda la energía. lo peor es que se trata de una neurosis, de compulsión a la repetición, un boicot querida: nivelar para abajo (recordá siempre: vos sos la que pudo más, y eso es difícil de soportar, miedo al éxito se llama, es así, mi enamoramiento de un extraño, de un cretino (esa palabra no es mía), mi enamoramiento, decía, es una metáfora de mis inseguridades, de mi miedo a que me quieran de verdad, o admitir que en algún lugar alguien me quiere de verdad etc. etc. etc).

pienso en una tarjeta, de esas bellas que me traje de NY, con los sobres de colores, que en su interior diga:

g: 

sos un pelotudo. 
te lo quería decir. 

sds, 

j

o:

g: 

sos un canalla.
que sigas bien, 

j

pero no soy de hacer esas cosas. agredir. no lo tolero.

tal vez deba dártela en blanco.

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