ser es ser observado
estoy en mi escritorio. distraída. chequeo la autorización para la extracción de los lunares. me la rechazaron, o la cuestionaron, no sé. tengo que llamar. no logro avanzar con nada, no puedo concentrarme. un buen par de cachetazos me hacen falta. un buen par de cachetazos que me devuelvan a mi función de alta productividad profesional, o productividad de cualquier clase.
se acerca uno y me pregunta, mirándome a los ojos: ¿vos estás bien?
--qué, se me nota mucho-- ¿por qué? --me hago la boluda-- sí, estoy bien, ¿por qué me preguntás?
es que te noto distinta desde hace un tiempo.
--qué horror, sí se nota--
no, no tengo nada (invento, sonrío). gracias por preguntar.
ok de nada.
y se va caminando hacia la salida de funcionarios.
y yo me quedo rumiando mi desasosiego.
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