lunes, marzo 07, 2016

nutcracker

cuando no me interesa trabajar, cuando no me interesa involucrarme, cuando la coyuntura deja que me deje espero que me vengan a buscar, como hoy la chiquita que me insiste con que "veamos este tema" [ya hace un par de días que me insiste y yo: la nada; o yo: ahora no puedo estoy muy ocupada, tengo que hacer este llamado urgente o este otro y nunca le respondo y ella insiste y yo no le respondo insiste y no y ella y yo].

...

las sinfonías de tchaikovky o como quiera que se escriba fueron un descubrimiento. no recordaba haberlas escuchado aunque es improbable que no lo haya hecho en algún momento de los 11 años de mi educación muscial. es que uno tiene tan grabados en la cinta los ballets, todos los incidentes musicales de la bella durmiente, ese vals estúpido del príncipe, que parece otra persona el Piotr de las sinfonías. esta mañana, escuchando el vals de la sexta pienso que se parece más al músico de onieguin.

a la salida del teatro decido ir a la puerta a saludar a los músicos a quienes no conozco personalmente. hay dos personas también, de la *red social* que sé estarán ahí. los adivino y me pregunto serán o no serán. ella se parece a su foto. de él no tengo idea porque no hay foto. fumo un cigarrillo en el apuro y digo sí, yo me presento, qué puede pasar.

entonces. me acerco y digo hola. ¿vos sos? y ya no sé qué preguntar porque de súbito recuerdo que el nombre de ella [el de mentira] es "maría callos" y me doy cuenta de lo ridículo que resulta preguntarle a alguien si es en realidad "maría callos" de manera que le digo: soy jimena.
ella me mira. yo sonrío y le doy un beso a ella y a su acompañante.

hay sorpresa.

se produce ese momento extraño en el que los sentidos deben traducir y acomodar la disparidad entre lo que vemos y oímos y la imagen interior que habíamos armado en nuestra imaginación. siento que esa sorpresa inicial no se termina y no creo haber provocado un buen efecto, o por lo menos nadie parece estar muy contento de conocerme. entonces digo alguna pavada y deseo fervientemente que salgan pronto los violistas mientras comento que "esas sinfonías no las tenía muy escuchadas" [otro efecto sorpresivo] ¿cómo no?, si son tan conocidas.

y es que no. no soy melómana, nunca lo fui.

al fin llega y saluda el de la viola, cargado con sus dos estuches y una bolsa del supermercado, cansado y aún de negro. saluda. me presento nuevamente. digo: soy jimena.  también a él le cuesta ubicar quién soy cuando le doy un beso y le aclaro "la de tuiter". le menciono no sé qué del concierto y le doy mis felicitaciones y pregunto por su compañera. sigue una conversación de sordos y más tarde aparece otra mujer de tuiter, una tal v. que viene de saludar al director de orquesta como una reina sin carroza, se pone a hablar de lo caras que estaban las plateas [indicando, por si había dudas, que ella usa platea] y yo ni idea siempre saco las baratas no me importa mucho, etc.

me voy.

0 Comments:

Publicar un comentario

<< Home