y a todo esto

reunión en el despacho del eslabón perdido no quiere quedar "pegado". anoche leí los estatutos, subrayé artículos indicando el funcionamiento societario, las asambleas, el comisario principal parece un nombre para personaje de garcía márquez, venezuela queda lejos y el petróleo de la faja del orinoco es pesado y negro y devaluado mientras los árabes no se decidan a retacear la producción, es así como henry james se rezaga y se vuelve un peso muerto en el fondo de mi cartera, en mi hombro izquierdo, en la incapacidad manifiesta de tomar alguna decisión (los árabes no se deciden y el precio del petróleo bajó, bajó, la exploración se abandona, abandono de pozos, yo no me animo).

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escribo a la conexión romana que no es una conexión real sino la imagen lejana de la ilusión de una conexión en el pasado, del vínculo eterno y absoluto acicateado por la fuerza arrolladora del sexo. porque al final era eso. garchar y no querer nunca dejar de hacerlo (no las conversaciones, no caminar peripatéticos por las avenidas de buenos aires, no la sangre azul, no la filosofía, discutir, llorar, nada de eso).

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hay que volver al cuerpo.