martes, julio 29, 2014

hoy en el jardín botánico acariciamos a una gata llamada batman. durante una hora ezequiel la tuvo en brazos y el silencio se detuvo. el mundo se detuvo. esa felicidad de él, la de sus manos y su cuerpo en contacto con la gata, sintiendo el ronroneo, tranquilo, como si nada más hubiera. esa felicidad suya es la mía.

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