jueves, septiembre 13, 2012

irene

y en dos o tres días pasé de una judía a otra.

la fascinación de la historia de kiev me alegra tanto porque hacía tiempo que no me pasaba eso con un libro. no es que haya leído tanto en la vida como para decir que no hay nada que me sorprenda... a lo mejor es simplemente cansancio. o no hay nada que me enamore. (es como con los hombres).  y sin embargo apareció esta novela tan genial que me llena de esperanzas y de alegría.

por otra parte todo se da tan alocadamente (devoré más de la mitad del libro mientras esperaba los resultados de un análisis de sangre destinado a averiguar si estoy embarazada. no, no estoy embarazada).
mientras leía una parte de mí pensaba en la posibilidad esa de tener otro bebé y cómo hacer y quién lo cuidará y sus hermanos le llevarán tantos años y será una niña o será un niño, tendré que hacerme una punción, les contaré a mis hermanas cuando estemos en nueva york, a lo mejor mirando el violinista de chagall en el museo gugghenheim "chicas, tengo que decirles algo" y entonces una qué te pasa y otra miren ese cuadro, o caminando por la 5a avenida o escuchando jazz en algún bar en brooklyn, no lo sé pero al final las horas pasan y no hay nada, sólo una útero con una cicatriz, la alegría de saber que no y un poco también la decepción de que no haya ningún niño alojado en mi vientre, la novela termina con una madre abrazada a un bebé.

hace mucho que no lo cruzo a o. me encantaría encontrarlo y charlar con él durante horas.

tal vez un día de estos.

0 Comments:

Publicar un comentario

<< Home