no verao

un gatito martín con su manito izquierda rota, o doblada, no sabemos, ezequiel lo cuida, me lo muestra, quiere que lo toque. le damos leche y un poco de pan. después nos enteramos que no, que los gatos no toman leche, que les hace mal, que no es gatito, que es martina y que no nos preocupemos por su mano porque no le duele para nada, que ella está adaptada y que a lo mejor más adelante le hacemos unas radiografías para ver qué tiene pero que por ahora no hace falta. y es verdad, martina juega entre las ramas de los arbustos, caza bichitos, se trepa por mis pantalones, me sigue dulcemente buscando compañía, ya no llora tanto como los primeros días en que maullaba lamentosa --cuando la encontró la abuela pensando que había un pajarito herido-- y lucas se enojaba "este gato insoportable"... miro su manito rota, o doblada y pienso en su fragilidad y en su belleza, la comparo --es inevitable-- con camila, con su cuerpito tierno y suave y medio desarmado... es imposible no amarlas profundamente, imposible no querer estar ahí para ellas. pienso en antonia también, toda entera y redonda y en cómo crece y en su mamá y sus hermanos...

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nadar es una experiencia nuevamente nueva y placentera. el cuerpo duele en otras partes.

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durante la siesta sueño con mamá que vuelve. estamos en casa de papá, ella tiene la boca pintada de rojo, como cuando tenía cuarenta años y rodrigo era pequeño. le pregunto que por qué está tan linda, tan arreglada. me dice que va a ir en micro para ver quiénes son las mamás de los otros chicos compañeritos de rodrigo, para conocerlas un poco y ver qué onda. ¿y así no más vas a ir? le pregunto. no, me voy a poner un abrigo con capucha, así nadie se asusta ni se sorprende. pienso que con lo linda que es nadie podría asustarse. luego pienso que cuando murió era mayor, y que si ahora la gente la ve así, puede ser que un poco se impresionen, por lo joven y hermosa que está. entonces le doy mi aprobación para que use la ropa que quiera y vaya no más, a controlar a las otras madres.

también discute con mariana para que le de jugo de limón natural a los chicos. "no esos juguitos de mierda artificiales". y es todo tan real que cuando me despierto no puedo evitar sentirme decepcionada y de mal humor y ver cómo todos los demás están y continúan y ella ya no y no hay nada que pueda hacerse.