hoy

las rodillas duelen de haber corrido contra los adoquines aledaños al parque centenario después de un tiempo más que largo sin salir.

si pudiera, escribiría más: cosas acerca de los últimos aconteceres familiares como por ejemplo la llegada de una nueva niña inesperada (por mí pero no por su madre, o también por ella aunque en esta instancia temporal ya ha sido superada la batalla interna de la aceptación), acerca de mucho bailar en la milonga: ese efímero vuelo de los zapatos altos sobre el piso, acerca del trabajo y la necesidad territorial de las personas, las inseguridades, la dificultad para comunicarse.

pero como no me sale no escribo y suspiro por la posibilida de hacerlo alguna vez de nuevo.