martes, marzo 21, 2006

señora va a un lugar donde se junta gente. mucha gente más o menos joven que adora la danza y, en cierta forma, el exhibicionismo del cuerpo. señora no se arregla demasiado --oh, el antiguo temor a que la tilden de buscona, ella que dice cagarse en lo que piensen los demás y a cada rato enarbola ostentosa y, admitámoslo, bastante insoportablemente, la bandera de su libertad-- aunque tampoco se viste como espantapájaros, no, qué va, si no las probabilidades de que le concedan una pieza rondarían el cero más redondo y absoluto de la noche.

señora llega y a falta de mesas busca una que yace con las patas tiesas mirando el techo. la toma con la determinación del que sabe bien lo que vino a buscar y luego se acomoda en una silla. cambia las zapatillas negras por zapatitos negros, se come un caramelo de cerezas y espera. medio en vano espera porque hoy la cosa está peor que nunca, los grandes bailarines de siempre se encuentran sumidos en el sopor de su propia belleza expresiva y ella, quién es ella, los mira pasar y girar y rotar mientras sigue ahí sentadita pensando, qué boluda la próxima no vengo más. ¿?

cuando algún desprevenido pasa señora tiende redes cual araña venenosa, ahora sí. con suerte el desprevenido soportará las cuatro o cinco pasadas semi-reglamentarias y señora habrá justificado su nocturna salida una vez más. si la conversación surge, habitualmente señora se ocupa de aclarar, no sin cierta prontitud, que ella es señora. no sólo eso, además ostenta un título de madre de dos preciosos varoncitos. aunque lo hace en el orden inverso porque en rigor de verdad señora cree que es más importante ser madre que señora.

señora termina bailando con muchacho de origen galo, chamuyando un poco de francés, y contenta de retirarse a su casa pasadas con holgura las doce de la noche (veinte minutos pueden considerarse muchos cuando la vida impone, impiadosa, madrugones consuetudinarios), la suela de los zapatos un poco más gastada, aunque no mucho.

2 Comments:

Anonymous Anónimo opina lo siguiente:

Hola Campanita. Me alegro de tus progresos. Ya por lo menos trasmedianochás, que es decir, y encima parlás franchute, mucho mejor, que si esperás de mí, vas mortadela.
Un beso grande.

12:08 p.m.  
Anonymous Anónimo opina lo siguiente:

tras-media, nochar... qué curioso término. surge el verbo, así, "nochar" que podría conjugarse según el paradigmático "amar" es decir,

yo nocho tú nochas el nocha... y aquí va lo interesante nosotros nochamos. como yo siempre digo, la imaginación al poder y siga participando.

:)

11:36 a.m.  

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