viernes, octubre 14, 2005

llegó la primavera y me cito a mí misma aunque sea de madera

le dan a la matraca todo el día
por delante y detrás, por el costado ¿?
la gente no se cansa, no se hastía
de tanto ardor rijoso enamorado
de encelo amorecidos se atormentan
y al estro dormitar jamás le dejan
hombres mujeres con mujeres hombres
que se gastan, se buscan y se espejan
velay! qué lindo que es garchar parados
en sentadilla, en cuatro, en palangana
en medialuna, en ronda o en ariete
con el cuchillo al fondo claveteado
cuando imposible es reprimir las ganas
de desarmarse y de amor hacer piquetes

1 Comments:

Blogger Carlos opina lo siguiente:

Hay una que le faltó, y yo la he visto, aunque no practicado, y parece por demás interesante: contra la ligustrina.
Ella contra la vegetación y él sosteniéndola de frente a sí, calzón enganchado en las rodillas, culo al fresco de la noche, y un entusiasmo agotador.
En el verdor queda la marca, como una hondonadita, viera qué enternecedor.
Le juro que lo he visto, es más, ocurrió en un casorio, mientras se bailaba el vals.

11:35 a.m.  

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