miércoles, julio 13, 2005

sperimenter

de alguna forma uno inmadurece y niega los procesos acontecidos. esos que hicieron de uno la persona. ocserva en deredor a aquéllos que efectivamente y con relativo éxito transitaron la senda que los condujo hacia l'adultez --senda que incluye veces muchas la de l'adultère--.

es así como debiendo (es decir, el universo circundante espera de nosotros que cometamos la acción de) rellenar decenas de grillas con números, preparar masas de chocolate y nueces, cumplimentar con el formulario adjunto, se alcanza la culminante idea cúlmine que aquí prosigue o se escribe más o menos parecida a esto: lo único que se anhela en la vida y se desea más que nada en todo momento es. punto. seguido: ahí/aquí el problema, la verdad es que no se sabe qué es, cojer, básicamente, pero existen otros derroteros, otros derrotados, nada como una buena bajada de bandera o caña.

nacen niños, niños nacen. mueren, también.

se busca, aunque no se encuentre porque el regodeo se origina en el acto mismo de buscar, fin en sí mismo. explico, con la rodilla levemente flexionada, con la cara en incipiencia de bostezo, yo todavía no me doy cuenta de cómo es la cuestión. no contesta. pensará, qué. recordará, recuerdo, tiranía de las horas, soy una distancia ahora. una separación. un beso recibido como quien recibe el diezmo.

ocúrreseme que podría embarcarme en el tren de la escritura por un rato y ver dónde me lleva. alguien tipeó más abajo basta de aburrimientos literarios, no me aburro literariamente ni literalmente. si flaubert no va, no va. se cambia por goethe. releemos werther, la pasión romántica, sturm und drang, recordamos la inercia adolescente de la música, el conservatorio.

inmadurezco, eso.

1 Comments:

Blogger Carlos opina lo siguiente:

inmadurezco innúmeras veces,
pero se cobra..., ni le digo como arde.

1:22 p.m.  

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