lunes, mayo 16, 2005

autumn vs fall

Hablamos, sí. O habla y me pregunta cosas. De esas cosas que prefiero no contestar porque ni yo me sé qué contestarme. Miro el plato, agarro un pan o juego con el tenedor. ¿A vos te parece que está bien lo que hacés? A mí no me parece nada y pienso que no entendió. Yo te entiendo perfectamente, dice. Es en esa misma afirmación donde se produce el desparramo de su incomprensión absoluta, en su estúpida curiosidad por el detalle, por la resolución práctica del problema. Ahí se queda. Ahí en la raigambre del prejuicio, la que trae de la cuna, la que de alguna forma, debo confesarlo, compartimos. Me pregunto para qué hablé cuando hablé.

De repente veo que el otoño trae hojas. Las veo, las huelo, las camino, las hojas. Las crujo. El otoño trae hojas y agua helada. Trae a mamá con los labios pintados y un pañuelo en la cabeza, linda. Después cansada y cansada de no poder esconder su cansancio. El otoño trae un libro de Mallea, triste, una habitación de techos infinitos y suspiros. Trae toses, el otoño. No te entiendos. Besos. Trae no dormires y cansancios. Caminares con hermanas, uno que otro cigarrillo a la pasada. No me trae, todavía, lo que espero.

1 Comments:

Blogger Guillermina opina lo siguiente:

Parece que este otoño vino bastante mezquino, porque a mí tampoco me ha traído nada de lo que espero hace rato...

"Es otoño, muchachos. Salid a caminar./ Otoño en su momento inicial, más hermoso./ No os engañará este azul casi alegre?/ ¿Alegre?/ ¿La profundidad trajo alguna vez alegría?" Juanele.

5:14 p.m.  

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