viernes, mayo 06, 2005

The attitude of women in such cases was indeed one of the paradoxes of the place. Most of the women were of the kind vaguely called emancipated, and professed some protest against male supremacy. Yet these new women would always pay to a man the extravagant compliment which no ordinary woman ever pays to him, that of listening while he is talking.

Chesterton ~ The man who was Thursday


Siempre hay alguien que lo dijo antes, siempre hay alguien que lo dijo mejor. ¿No es extraordinario? Así y todo, queremos hacerlo otra vez. Cometemos los mismos errores, nos bañamos todas las veces en el mismo río y en ninguno.

Entra O, se sirve un café, comienza a hablar de Dios. O más bien, de su no Dios y de lo íntimo y lo personal que hay en toda creencia, no es fácil no creer: hay que construir una moral fuera de Dios, hacer tal o cual cosa porque es la correcta, no por un sistema de premios y castigos en apariencia externo al hombre (la verdad es que el sistema de premios y castigos fuera o dentro de la religión es un invento humano, puramente humano). Me dice que la semana que viene me devuelve 1984 y que no tiene tiempo para leer a Hegel y que eso lo deprime y qué sé yo qué más. Lo escucho. Por suerte no me habla de economía. Extraño ya no trabajar para él, la corbata azul con los filósofos griegos diseminados en la seda, su clásica retirada me-voy-porque-estoy-tapado-de-laburo después de haber hablado sin parar durante media hora, dejando a la gente con la frase “este tipo está loco” “este tipo es brillante” “este tipo es insoportable” en la boca. Pero no sé si nos aguantaríamos si estuviéramos en una misma oficina.

1 Comments:

Blogger Guillermina opina lo siguiente:

So... what day would Chesterton purport this kind of women are?

(I tend to associate Thursdays with earthquakes...)

6:08 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home