lunes, abril 18, 2005

No puedo recordar el viaje de hoy

They were still in the happier stage of love. They were full of brave illusions about each other, tremendous illusions, so that the communion of self with self seemed to be on a plane where no other human relations mattered. They both seemed to have arrived there with an extraordinary innocence, as though a series of pure accidents had driven them together, so many accidents that at last they were forced to conclude that they were for each other. They had arrived with clean hands, or so it seemed, after no traffic with the merely curious and clandestine.

When people have so much for outsiders, didn’t it indicate a lack of inner intensity?

Often a man can play the helpless child in front of a woman, but he can almost never bring it off when he feels most like a helpless child.

F. Scott Fitzgerald ~ Tender is the night



El libro, a pesar de algunas aparentes arbitrariedades, me gusta tanto que voy a terminar subrayándolo todo. Y tengo ganas de releer los otros y escribir algo al respecto.

Alguna vez voy a llegar a la conclusión de que hay que hacerse cargo no tanto de lo que se escribe sino, más elemental aún, hay que hacerse cargo de que se escribe, del hecho en sí, y dejar de una vez por todas la cantinela: ah, pero yo en realidad hacía otra cosa. La justificación por si las dudas todo resulta ser una porquería (donde dice todo: lo que uno hace, lo que uno escribe, en fin, sí mismo).

La cena, bien. La conversación, semi-ausente, un poco acá y allá, indagar e indagar. Quiero desentrañar. Te. Té. Así es como todo se mezcla.

La película: ah, me gustó tanto... el diálogo en la cama, ese momento en que hubiera sido estúpido que sucediera algo, como si lo único para lo que es posible que se cree un espacio compartido por un hombre y una mujer fuera ese algo. De haber acontecido, la película habría quedado completamente arruinada –lo peor es que en algún punto es inevitable preguntarse, yo confieso, tal vez por hábito o por la flagrante ausencia de toda sutileza: ¿y?–.

Conversar, hablar, intercambiar palabras tras las que se esconde la soledad desesperada ¿desesperada? (tachar: aceptada), compartir, todos queremos compartirnos, sentir el entusiasmo del encuentro, el enamoramiento súbito e intenso de la persona nueva, que a veces (la mayoría) dura poco, y otras veces queda. Queda. Queda. Como un lugar seguro y tibio al que podemos retornar. Siempre.

Deseamos ese siempre, aunque no exista, necesitamos inventar la idea.

Shhhhhh.

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