lunes, marzo 14, 2005

el poder de las etiquetas

El libro, la historia, Ursula Brangwen, no termina nunca. La historia. Comienza. No termina nunca.

Y siempre querer más.

Mirar de reojo el listado, los libros, los temas, no terminan nunca. Quiero. Llego tarde, un café. Llego tarde, a la literatura, a los libros. ¿Cómo pude equivocarme tanto? Ahora molesta. Un poco. Pero claro, no sabías. Claro a esa edad uno no sabe. Debussy. Una página, o dos, siempre las mismas, las otras se perdieron, del arcón, de la memoria mía, solamente quedan rastros en los dedos. Al trabajo, llego tarde también, porque quiero. No quiero estarme antes donde ya están todos. Laburando, porque ellos sí, laburan y les interesa. Son adultos. ¿Vos? Yo también soy una adulta, una mujer madura, una señora. Ja!.

Qué infantil manera de portarse, llegar tarde, a propósito, quedarse en la esquina, observarlo, a Julio, inclinada la cabeza, los ojos enormes, un faso a mitad de camino, detenido. Leer, el libro, la historia, Ursula Brangwen, no termina nunca. Pensar en el próximo. Tomar el café, banco alto, mitáymitá cortado, diez minutos más, son veinte, treinta tarde. El ascensor. Buenaaaaas.

La historia que recién comienza. Pensarla. Pensarla. Pensarla.

Definir por qué hay algo que resulta extraño en las declaraciones, hace tiempo me pregunto qué es. Qué hay en esta continuo discurrir de yoes que se manifiestan y que dicen qué asco esto, qué bueno aquello, qué yo y yo yo y más yo pienso que, creo que, estoy convencido de. Ya sé, un cierto fundamentalismo, una creencia irracional, ese desprecio por lo diferente. Diferente. Diferente. Ese pararse en un lugar para decir. Para calificar. Para categorizar. A las señoras gordas, a los negritos de mierda, a los burgueses asquerosos, a los zurditos batalladores, a los gorilas, a los homosexuales, a las trolas, a la cajetilla endomingada, a la prosti. Los que viven en Barrio Norte, Recoleta & Belgrano son unos Gorilas Hijos de Puta. Los que viajan en el sarmiento son unos Negros de Mierda. Los católicos son Hipócritas e Imbéciles. Los ateos son Herejes, Insensibles. Los judíos son Miserables. Los alemanes son Nazis. Los Marxistas son Tirabombas. Las rubias son Idiotas. Y es lo mismo, esa pretensión de ver un poco más allá negada constantemente en la reafirmación de lo que se pretende ser. Lo mismo.

A la menos uno.

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