vacances d'hiver

hoy fui niña de nuevo con la niña rubia y ezequiel. estuvimos en "ese teatro que parece un palacio" y en el que hoy no había orquesta porque si no las funciones son muy costosas.

también hubo un paseo en los pequeños catamaranes del lago: un choque contra las ramas de un árbol demasiado amigas del agua, conversaciones con los patos blancos y mucha mucha felicidad. 

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en la función del jueves por la tarde tuve que darle un empujoncito a ezequiel para que se animara a saludar a LP. las otras dos mocosas aplaudían y saltaban en sus asientos con las canciones bellísimas que hablaban de lunas, trenes y otros misterios de la vida. me gustaría dedicarme a eso nomás: a llevar a los hijos a pasear y a conocer el mundo (los míos, los de otros).

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ahora ya no quiero nada tuyo

en el ínterin quedé con una hermana menos que en dublin pasea y toma guiness mientras busca trabajo.
la otra en madrid, arraigada.

esto cambió de estilo, todo cambia pero yo estoy cada vez más enojada de permanecer en mi estado de continua protesta del que mi alrededor sufre irremediablemente.
hoy, sin embargo, cuando pensé que iba a quedarme sola por eso, por insufrible, volviste a sentarte a mi mesa y tomamos un café mientras leíamos el diario. sonreíste mientras me decías, a modo de justificación, que habías preferido olvidarte de mis ladridos y te habías acordado de anoche. qué alivio.

la posibilidad de un nuevo trabajo me entusiasma y me asusta a la vez, y quiero irme y luego me asusta pensar que podrían llamarme con una propuesta y también pensar que podría quedarme acá para siempre o por un tiempo parecido a "para siempre". es un círculo en el que nada resulta por el mero hecho de estar transitando esta situación en la que nada resulta.

lucas es un sol de inteligencia y brillantes calificaciones. ezequiel mi pied a terre, un enorme corazón de chocolate y dulce de leche.