sábado, septiembre 15, 2012

la pelea ya nos va llevando un tiempo demasiado largo. por ejemplo estar en vela a estas horas de la noche sin motivo, escribiendo un rato con un café para no dormirme porque no tengo ganas de entrar a la cama y enredarnos nuevamente.

siento vértigo de pensar la posibilidad de que suceda eso que te tiene preocupado. aunque no sabemos nada.

jueves, septiembre 13, 2012

irene

y en dos o tres días pasé de una judía a otra.

la fascinación de la historia de kiev me alegra tanto porque hacía tiempo que no me pasaba eso con un libro. no es que haya leído tanto en la vida como para decir que no hay nada que me sorprenda... a lo mejor es simplemente cansancio. o no hay nada que me enamore. (es como con los hombres).  y sin embargo apareció esta novela tan genial que me llena de esperanzas y de alegría.

por otra parte todo se da tan alocadamente (devoré más de la mitad del libro mientras esperaba los resultados de un análisis de sangre destinado a averiguar si estoy embarazada. no, no estoy embarazada).
mientras leía una parte de mí pensaba en la posibilidad esa de tener otro bebé y cómo hacer y quién lo cuidará y sus hermanos le llevarán tantos años y será una niña o será un niño, tendré que hacerme una punción, les contaré a mis hermanas cuando estemos en nueva york, a lo mejor mirando el violinista de chagall en el museo gugghenheim "chicas, tengo que decirles algo" y entonces una qué te pasa y otra miren ese cuadro, o caminando por la 5a avenida o escuchando jazz en algún bar en brooklyn, no lo sé pero al final las horas pasan y no hay nada, sólo una útero con una cicatriz, la alegría de saber que no y un poco también la decepción de que no haya ningún niño alojado en mi vientre, la novela termina con una madre abrazada a un bebé.

hace mucho que no lo cruzo a o. me encantaría encontrarlo y charlar con él durante horas.

tal vez un día de estos.

domingo, septiembre 09, 2012

no puedo dejar de pensar en esos papás que perdieron a su hija.

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discusiones. 

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reunión con a. para hacer algunas cuentas. nos desternillamos de la risa porque estábamos calculando mal dos números pedorros que debían haber resultado muy simples. llamá a tu hijo que seguro llega a la solución mucho más rápido. 

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ezequiel, que es genial, me indicó qué hacer para evitar el enojo de su hermano (o por lo menos para moderarlo). me lo dijo en secreto, con discresión. mientras tanto va domando su caligrafía de a poquito. jugamos a uno de hacer dibujitos para que el otro adivine cuál es la palabra. le tocó "ojo morado". buscó un lápiz violeta. pintó el párpado. puso "auch". lo amo. 

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es raro pasar de leer 93 de v.h. a "cuando digo magdalena" de a.s. después del rato largo que me lleva acostumbrarme a este libro sin (aparente) historia y sin un estilo que me enamore llego a una frase que me parece genial:

"...otras chicas eran altas y esbeltas pero conmigo era entretenido charlar (así ha sido siempre, incluso ahora que somos todos viejos..."