las preguntas las hago yo, vos contestás. sonrío.

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cerré la puerta del auto cinematográficamente, te dejé solo.

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ahora no me levanto de mi lugar por no cortar a schumann.

verano con sol

esa angustia (cuanto tiempo sin usar la palabra) de la separación. sabemos desde el principio que así acontecerá pero la certeza no resta dolor. ni la felicidad de saberlos felices con cada aventura conquistada: un león nuevo, un mar bajito, un viaje que no era tan lejos ni tan desconocido, un libro nuevo devorado a la sombra de un árbol. hacía mucho que no sentía esto, a lo mejor estaba anestesiada, o demasiado ocupada en cosas sin importancia.

una orquesta del siglo xivii me recuerda el privilegio de haber podido estudiar música, de saber leer. hace un rato están pasando en la radio música barroca y todos las obras que eligen están en sol menor. me pregunto si cualquier otra tonalidad menor me arrancaría tanta melancolía como la de sol. cuando éramos chicas mi hermana menor, bah, la segunda, se ponía a llorar desconsolada cuando escuchaba los conciertos para mandolinas de vivaldi.

acá todo es una medianía bastante mediana y sin otra solución aparente que la de la comodidad. mientras tanto un policial de chase descubierto por casualidad me deja con ganas de leer más ese género tan postergado, siempre mirado desde el "dereojo" del prejuicio.

(suite para orquesta de cuerdas de philippe rameau en sol menor dirijida por vaya a saber uno quién + concierto para oboe y orquesta de tomás albinoni también en sol menor)