martes, junio 27, 2006

después de pelear por un pollo mal condimentado, pude finalmente viajar a río, y dormir.

la percepción --ese misterio-- de la ciudad, mi percepción de la ciudad (no se puede prescindir del sujeto percibiente) ha cambiado por completo desde la otra vez que estuve: hay mal olor, hay desparpajo, desorden y suciedad, hay gritos y colores, árboles y frutas, piedra y playa, homems e mulheres.

ahora, quisiera volver.

martes, junio 20, 2006

claro que si todo salió más o menos mal durante la semana no había razón para que el panorma aclarase en sábado o domingo. debo dejar constancia de que soñé con mamá en blanco y negro, es decir, el sueño era en colores pero mamá estaba en blanco y negro, toda envuelta en resplandores y escondida en un rincón de la casa: había venido del más allá para protejernos a mi hermana y a mí de unos malhechores. ante mi exhortación para que volviera a dormir en paz decía, con su característica franqueza: "en cuanto estos pelotudos se vayan yo también me voy, no te preocupes, querida". y era bueno verla y me tranquilizaba.

de tango ni hablar, cada dos pasos doy tres pisotones, no se sabe bien cómo he logrado semejante record de irregularidades. aunque es lindo que se te anexe un morocho de preciosísima sonrisa y te de lata por un rato y que se note que no se quiere ir porque algo hay de cálido en la charla y te pregunta cosas y se muestra interesado en cuanta pavada borbotona de mi boca aunque más no sea para olvidarme un poco de que los chicos hace como diez días que están con fiebres, conjuntivitis, diarreas y otros males que en cuanto se arreglan vuelven a desarreglarse, etc.

el trabajo no es mejor cosa que la cuestión doméstica (lavar platos, lavar ropa, lavar sábanas mojadas, lavar toallas y toallones, lavar la mesa, la cocina, barrer, doblar decenas y decenas de calzoncillos, cada vez que veo una bombacha me encariño de mí misma con tanto hombre dando vueltas por la casa).

lo bueno de todo, lo más bueno de leer y no leer son los cuentos de clarice lispector --si viajo a brasil, creo, lo mínimo que corresponde es autorecordarme el portugués-- sobre todo uma historia duma menina pequenha, fantasiada como uma rosa de papel crepom. bonitinha!

viernes, junio 09, 2006

de mamá (o de su enfermedad) ahora me entero que mucho (yo) no quería saber, que no podía.

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compré dos preciosos libros de cuentos españoles de los siglos XVI y XVII, el uno, desatinos y amoríos, el otro, pasiones y no recuerdo qué cosa (quedó en casa).

cito textual y bellísimo por lo ingenuo pasaje:


"el mancebo, cuando vio la hermosura y compostura de la doncella, su habla, su honestidad y vergüenza, de tal manera quedó enamorado, que lo menos que le diera fuera todo su caudal, pues en aquel mismo punto le había entregado el alma"

quién pudiera ser tan bella y pura que semejantes y tan grandes pasiones desatara.

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en estos días intentaré escribir o terminar de escribir algo que ha tiempo estaba pendiente de la cuerda de mi voluntad de concluirlo.

...

eso es todo por hoy, amén de los muñequitos joe 90 que graciosamente he confeccionado para mí y para mi compañera de oficina en alusión al gran parecido que guardan con nuestro jefe o gerente --cara de plástico, movimiento mandibular inferior para el habla, camisas almidonada, chaleco, etc--.

cada muñequito es hecho con una fotografía de los personajes de joe 90 impresos en blanco y negro, pegados sobre cartulina y luego adherido a la espalda --de los muñequitos-- uno de esos cosos de plástico que se utilizan por lo común para revolver el café y otras infusiones. cada una de nosotras ha puesto su muñequito frente a sí, de modo que el tal personaje resulta callada compañía por las mañanas y, además, discreto confidente de todas nuestras tribulaciones oficinezcas.

a nuestro compañero de escritorio, por no dejarlo en menos, le armé similar títere aunque con la imagen de betty boop.

lunes, junio 05, 2006

bautismo

solíamos bromear acerca del bautismo de clovis
en el siglo V

el domingo, la bebé de blanco
con su caperuza tejida al crochet
los zapatos de botón
las medivachas
el vestidito de organza
bordado en rosa
(es extraño ser mujer
desde ya tan pequeñita
y tan llena de volados)

el cura hace la bendición
y los mocosos huyen
todo lo largo del pasillo
se tiran desde los escaños
gritan
dan patadas
cada vez que tosen escupen
qué maleducados
la madre piensa que es mejor
no haberlos puesto
de camisita y saco,
que ellos --ELLA--
son más del desorden que otra cosa
más de limpiarse con el puño
de mirar por sobre el hombro
lo impecable
(sabe bien, además,
que en cierto punto miente,
que por algo buscó lo que encontró)

no reza
ni agradece
ni nada
se le aparecen algo torpes
los íconos

después, todos a comer:
un sanguchito
tras otro, salado,
algo de vino
champán
y mucha-mucha torta
con merengue
--recuerda, mientras mastica:
todo esto va directo
al culo--

viernes, junio 02, 2006

tal vez sea nada más.